Persona con mascarilla por alto nivel de contaminación
Asesor en Bienestar

Riesgos de salud por la contaminación

La contaminación atmosférica es un riesgo ambiental que afecta principalmente a los pulmones y sus efectos en la salud pueden ser graves, especialmente en personas vulnerables. Te contamos cuáles son los riesgos para tu salud y cómo prevenirlos.

Contaminación del aire en una ciudad

El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.

Publicado abril 2022

Eliana, Socia del Club MAPFRE nota que últimamente respira peor, especialmente los días que hay mucha contaminación o lleva mucho tiempo sin llover. Esta sequedad le afecta además a las mucosas y a los ojos y está preocupada, porque no tiene muy claro si puede deberse a la alergia o a la contaminación del ambiente. Por eso, decide consultar con el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE, con el fin de que le explique con detalle cuáles son los efectos reales de la contaminación atmosférica sobre la salud y le ofrezca información experta sobre las consecuencias y los riesgos de estar expuesto a ella.

El asesor le explica que en los últimos años ha habido un importante avance en el conocimiento y comprensión de los efectos de la contaminación del aire sobre la salud y que ésta, efectivamente, tiene un claro impacto sobre casi todos los sistemas del organismo. Incluso la exposición a niveles bajos de contaminantes puede ser perjudicial y aumentar el riesgo de enfermedad y mortalidad, principalmente cardiovascular y respiratoria, en personas vulnerables. Además, el experto le ofrece otras informaciones relevantes sobre este tema.

  • Consecuencias
  • Efectos sobre la salud
  • Reducir la contaminación

Consecuencias de la contaminación

La contaminación se sitúa como la cuarta causa de mortalidad por detrás del tabaquismo. De hecho, los expertos en neumología advierten de que vivir expuestos a la contaminación atmosférica puede llegar a ser equiparable a fumar. Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación causa cada año más de 4 millones de muertes prematuras en todo el mundo, y algunas estimaciones llegan casi a duplicar estas cifras. Además, se calcula que 9 de cada 10 personas en el mundo respiran aire insalubre. En España, las ciudades más pobladas superan a menudo los niveles recomendados para la salud humana de distintos contaminantes y partículas, causando más de 10.000 muertes al año.

Las principales fuentes de contaminación en nuestro entorno son los medios de transporte (incluyendo los vehículos a motor), las centrales térmicas y las plantas industriales.

Entre los contaminantes más perjudiciales se encuentran:

  • Las partículas en suspensión.
  • Los óxidos de nitrógeno (como el dióxido de nitrógeno o NO2).
  • El ozono.
  • El dióxido de azufre.
  • El monóxido de carbono.
  • El plomo.

Las partículas en suspensión son una mezcla compleja de pequeñas partículas sólidas y gotas líquidas que están suspendidas en el aire y varían en tamaño, forma y composición química. Se producen por la combustión de los vehículos con motor de explosión y, en especial, por los motores diésel. Entre las partículas más contaminantes figuran las que miden menos de 10 micras (PM10) y menos de 2,5 micras de diámetro (PM2,5). Ambos tipos de partículas pueden alcanzar los pulmones, incluso el sistema circulatorio en el caso de las PM2,5.

Efectos sobre la salud 

La contaminación del aire también se relaciona con un mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias y determinados tipos de cáncer. De este modo, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) clasifica las partículas en suspensión y la contaminación del aire como “carcinogénico para los humanos”, especialmente en relación con el cáncer de pulmón, pero también con el cáncer de mama y los tumores del aparato digestivo.

Por otro lado, las investigaciones sobre los efectos cardiovasculares de la contaminación, como señala el amplio estudio llevado a cabo en 21 países y publicado en la revista Lancet Planetary Health, muestran que la exposición a concentraciones elevadas de contaminación del aire a largo plazo se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en personas adultas.

Además, la contaminación del aire contribuye a la mayoría de los casos de neumonía infantil y a un desarrollo pulmonar deficiente de los niños expuestos.

De este modo, los días en los que los índices de contaminación superan los límites establecidos, aumentan los ingresos hospitalarios y las consultas médicas. También se eleva significativamente el número de asistencias en los servicios de urgencias, especialmente de los enfermos crónicos respiratorios, como las personas que padecen dolencias asmáticas y los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC.

En cualquier caso, los estudios sugieren que los efectos adversos causados por la contaminación del aire siguen una curva dosis-respuesta sin umbral, lo que significa que las personas expuestas a concentraciones que no superan los límites supuestamente perjudiciales todavía podrían tener un riesgo aumentado de enfermedad y una mayor mortalidad.

Cómo reducir la contaminación y los riesgos sobre la salud

La disminución de los niveles de contaminación del aire llevaría automáticamente a la reducción de la carga de enfermedad y la mortalidad. Un desarrollo más sostenible permitiría la reducción de importantes fuentes de contaminación del aire en las ciudades. Para ello, serían necesarias políticas en multitud de ámbitos diferentes y el apoyo de medidas que incidan en:

  • Reducir el tráfico motorizado e incentivar el transporte público.
  • Fomentar una actividad industrial y energética más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
  • Implantar un modelo de viviendas energéticamente eficientes.
  • Favorecer la autogeneración de electricidad.
  • Mejorar la gestión de residuos industriales y municipales.

Por otro lado, algunos expertos recomiendan la utilización de máscaras anti-polución, especialmente en momentos en los que los niveles de contaminación urbana rebasen los límites establecidos. En cualquier caso, la solución nunca tendría que venir dada por la utilización de máscaras, sino por la reducción efectiva de la contaminación, en la que las instituciones y también los ciudadanos tienen mucho por hacer.

Existen dos líneas de trabajo frente a la contaminación:

1. Sistemas de Vigilancia:

Determinar los niveles de contaminación es necesario para evaluar el resultado de las emisiones, y de esta manera, tomar decisiones en cuanto a la gestión de la calidad del aire.

2. Medidas para el Control:

  • Selección de la ubicación de las fuentes de emisión, considerando entre otras, la naturaleza de los contaminantes y las condiciones meteorológicas del lugar.
  • Elección de determinados combustibles.
  • Depuración de partículas o gases.
  • Aprovechamiento de los fenómenos meteorológicos de difusión para diluir los contaminantes.
  • Sustituir procesos tecnológicos determinantes por otros menos contaminantes.
  • Existencia de un marco legal que permita adoptar medidas de control.

Eliana, miembro del Plan de Fidelización de MAPFRE, queda muy satisfecha con la información recibida y tiene claro que siempre que tenga alguna duda consultará con un Asesor del Club MAPFRE y pedirá cita con un especialista.

Dr. Vicente García Román
Especialidad: Medicina Preventiva y Salud Pública
Nº Colegiado: 03-0310579 (Colégio de Médicos de Alicante).

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