La disfunción eréctil es un problema que no sólo afecta a la vida sexual de la persona que lo padezca, sino también a las relaciones afectivas de pareja, la autoestima y las relaciones sociales, entre otras cuestiones. Te contamos cuáles pueden ser sus causas y los tratamientos y técnicas para afrontarla y darle solución.

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Publicado julio 2021
Samuel, Socio del Club MAPFRE desde hace un tiempo, tiene problemas para conseguir y mantener una erección. Está muy preocupado por cómo esto pueda afectar a su relación de pareja y por eso decide consultar con el Asesor Médico especialista en urología con el fin de que pueda proporcionarle información experta sobre este problema y sus posibles soluciones. El médico que le atiende le explica que se considera disfunción eréctil cuando la dificultad para mantener el pene rígido durante la actividad sexual es reiterada y se prolongue como mínimo 3 meses. Junto a esta información le facilita otros datos sobre este problema de salud, cuáles pueden ser las causas y cómo buscar soluciones que puedan ayudarle.
- Causas
- Soluciones y tratamientos
- Preguntas frecuentes
Causas de la función eréctil
La función eréctil está regulada por múltiples sistemas del organismo que incluyen el neuronal, el hormonal, el vascular y el psicológico. De este modo puede ser un síntoma de un problema de salud más serio, por ejemplo, una enfermedad cardiovascular. Sabemos que un endotelio vascular sano puede mantener una buena función eréctil por medio de la regulación de la contracción y relajación del músculo liso vascular. Sin embargo, cuando el endotelio está dañado, por la exposición a toxinas o diferentes enfermedades crónicas, el tejido eréctil puede no funcionar con normalidad.
Los factores de riesgo y las enfermedades asociadas a la disfunción eréctil incluyen las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes mellitus, la hiperlipidemia, el hipogonadismo, el síndrome metabólico y la depresión, entre otras. Además, el consumo de tabaco, alcohol, algunas drogas y fármacos (antihipertensivos, diuréticos, antidepresivos, ansiolíticos, etc.) también puede incidir negativamente sobre la función eréctil.
Síndrome metabólico
El conocido como síndrome metabólico tiene un efecto negativo sobre la función eréctil. Este síndrome tiene lugar cuando se cumplen 3 de las siguientes condiciones: obesidad central, hipertensión arterial, niveles de glucosa elevados en sangre, triglicéridos elevados y niveles reducidos de colesterol HDL (colesterol bueno). Su afectación de la función eréctil parece estar mediado por el efecto inflamatorio que propicia y por su impacto a nivel hormonal.
Otras causas pueden ser:
Hipertensión
La hipertensión es un factor de riesgo claramente relacionado con la disfunción eréctil. Paradójicamente, algunos de los fármacos antihipertensivos más utilizados también tienen un efecto negativo sobre la función eréctil. Son ejemplo de ello los antagonistas de la aldosterona, los betabloqueantes y los diuréticos tiazídicos.
Diabetes
Las personas con diabetes presentan un incremento en el riesgo de desarrollar problemas de erección. Además, su inicio suele ser más temprano en los diabéticos que en el resto de los pacientes con esta disfunción.
Por otro lado, los diabéticos suelen presentar resistencia al tratamiento con fármacos orales (inhibidores de la fosfodiesterasa-5). El control de la glucemia es un factor clave que se relaciona con el desarrollo y la severidad de la disfunción eréctil.
Tabaco
El tabaco es un claro factor de riesgo para el desarrollo de disfunción eréctil. La causa parece centrarse en el estrés oxidativo derivado de su consumo. Algunos estudios señalan que el riesgo de los fumadores es hasta un 50% mayor que el de los no fumadores.
Hiperlipidemia
La hiperlipidemia (tener elevados los niveles de lípidos en sangre) es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de los problemas de erección, por medio del daño endotelial y el proceso de inflamación que determina.
Obesidad
Es complicado relacionar exclusivamente la obesidad con la disfunción eréctil, ya que a menudo coexiste con otros factores de riesgo. Sí parece claro que la pérdida de peso determina una mejora en la disfunción. El incremento en la actividad física –que también favorece la pérdida de peso– tiene un efecto protector frente al desarrollo de los problemas de erección.
Hipogonadismo
La testosterona es esencial para una adecuada función eréctil. Los estudios observacionales han revelado que los pacientes con hipogonadismo tratados con testosterona aprecian una mejoría en su función eréctil.
Depresión
Existe una fuerte asociación entre la depresión y la disfunción eréctil. Sin embargo, no está claro qué condición precede a la otra. Al igual que pasa en el caso de la hipertensión, los fármacos más utilizados para tratar la depresión, los inhibidores de la recaptación de serotonina presentan un efecto causante de problemas de erección.
Soluciones y tratamientos
Las causas de la disfunción eréctil son las que deben determinar el tratamiento específico para cada paciente. En ocasiones, no será sencillo averiguar cuál es el origen de la enfermedad. En algunos pacientes, el trastorno será de origen psicológico y necesitarán una psicoterapia específica. En otros casos, en los que el origen de la disfunción eréctil pueda estar relacionado con un tratamiento farmacológico, requerirán un cambio en la medicación.
Finalmente, otros casos requerirán de un tratamiento adecuado para las enfermedades que hayan provocado la disfunción.
Sea como fuere, en primer lugar, deberían promoverse unos hábitos de vida saludables que, en la mayoría de casos, pueden ser suficientes para notar una mejora en la función eréctil. De este modo, dejar el tabaco, beber menos, hacer ejercicio, bajar de peso, adquirir unos hábitos alimentarios saludables, reducir la tensión arterial, aprender técnicas de relajación, etc., determinará una mejora notable en la función eréctil.
Existen cuatro grandes terapias utilizadas para el tratamiento de la disfunción eréctil. Cada una de ellas responde a unas características específicas que tendrán que ser valoradas por el especialista en Urología:
- La terapia oral farmacológica.
- Los artefactos de vacío.
- Las inyecciones intracavernosas vasoactivas.
- La implantación de prótesis.
Los fármacos más comunes son los inhibidores de la fosfodiesterasa-5 que se comercializan en pastillas: sildenafilo (Viagra), tadalafilo (Cialis), vardenafilo (Levitra), aunque no son eficaces al 100%. Siempre deben tomarse con antelación al acto sexual y con el estómago vacío. Unos tardan más tiempo en actuar que otros y presentan efectos adversos como dolor de cabeza, alteraciones visuales y riesgo de eventos cardiovasculares, entre otros. Otro inconveniente es su elevado precio, que ha fomentado su comercio ilegal a través de internet.
Preguntas frecuentes
Entre las preguntas frecuentes que suelen surgir en relación a este problema de salud, se encuentra cuál es el especialista para tratar la disfunción eréctil, que debe ser el urólogo, o a qué edad puede comenzar la disfunción eréctil: efectivamente, la probabilidad de sufrir de disfunción eréctil aumenta con la edad. Más de la mitad de los hombres mayores de 40 años experimentan este problema. En cuanto a si existe relación entre la disfunción eréctil y la esterilidad, lo expertos señalan que ambos aspectos no están relacionados.
Samuel, que pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE, queda muy satisfecho por la información facilitada y decide que siempre que tenga alguna duda consultará con un asesor. En este caso, además, pedirá cita con su urólogo.
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