
La mucosidad y congestión nasal en niños pequeños es especialmente molesta si no saben sonarse y puede dificultarles el sueño y la alimentación. Te contamos cómo atajarla para aliviar estos síntomas.
El Asesor Médico resuelve cualquier consulta llamado al 900 805 707, completando nuestro formulario online o a través de la app de MAPFRE.
Publicado febrero de 2020
Carolina, Socia del Club MAPFRE, consulta al Asesor Médico porque su hija de 2 años tiene un agudo resfriado desde hace un par de días y presenta mucha congestión nasal. Como consecuencia, está incómoda e irascible porque no puede respirar con normalidad. Con esta edad, la niña no sabe sonarse bien y, antes de pedir cita con su pediatra, Carolina quiere saber si puede realizarle lavados nasales y cómo hacerlos de la mejor manera posible para intentar aliviarle la congestión y las molestias derivadas de ésta.
La pediatra que atiende su llamada le explica que, si nos basamos en la premisa de que los niños pequeños no saben sonarse, es normal que cuando tienen la nariz llena de mucosidad, respiren con dificultad y muestren malestar e irascibilidad. Además, los niños de esta edad tampoco saben respirar por la boca y, por tanto, para ellos, la presencia de mucosidad nasal es especialmente molesta y les puede dificultar el sueño y la alimentación. Para ellos, los lavados nasales son “el pañuelo” con el que aliviarles y descongestionar su nariz rediciendo la mucosidad.
- Métodos
- Recomendaciones descongestionar nariz
Métodos para descongestionar la nariz
Hay varios sistemas para realizar los lavados nasales en niños. Todos los métodos son válidos siempre que se realicen de la manera adecuada, lo que quiere decir que un método no es mejor que el otro. La elección dependerá de la preferencia de los padres y con cuál se manejen mejor. Existen dispositivos en forma de spray nasal con distintas fuerzas según la edad del niño y los preparados monodosis que tienen un adaptador específico para hacer los lavados.
La mejor manera de hacerlo es tumbar al niño de lado sin reclinar la cabeza hacia atrás. Hay que sujetarlo con firmeza porque no suele gustarles mucho y echar la solución salina por el orificio que queda arriba, sin titubeos. Una vez que ha entrado el líquido se le puede incorporar o sentar para favorecer la expulsión de la mucosidad. Esta misma operación se repite en el otro orificio nasal, girando la cabeza hacia el lado contrario.
Recomendaciones
Algunas recomendaciones para descongestionar la nariz de los niños:
- Comprar suero fisiológico o agua de mar de tamaño pequeño, así evitaremos la utilización del mismo dispositivo catarro tras catarro y la contaminación por gérmenes.
- Cada miembro de la familia debería usar un dispositivo diferente para evitar contagios.
- No se debe realizar el lavado nasal con el niño tumbado boca arriba ya que se corre el riesgo de empujar el moco hacia el oído, favoreciendo el desarrollo de otitis. De ahí la importancia de realizar los lavados con la cabeza ladeada.
- Lo ideal es realizar los lavados antes de dormir y antes de las tomas en el caso de los bebés.
- No realizar lavados si el bebé respira con normalidad o no tiene mocos, pues no los necesita.
- Aplicar entre 1,5-2 ml en cada fosa nasal en niños pequeños y máximo 5 ml en mayores duele ser suficiente.
- La sensación será menos desagradable si el suero está a temperatura ambiente, no frío.
- Si la nariz está muy obstruida, se puede echar un poco de suero, masajear para reblandecer la mucosidad y volver a repetir la administración de suero.
- Si el niño es mayor, puede realizar él solo el lavado.
- Es normal que tras el lavado el niño tosa o estornude.
- No hay que preocuparse si se tragan parte de la mucosidad.
Carolina, beneficiaria del Plan de Fidelización de MAPFRE, queda muy contenta con las explicaciones y le realizará los lavados nasales tal y como le ha indicado la doctora.
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