Una persona mayor en el dentista
Asesor Médico

Enfermedades bucales en mayores

Con el envejecimiento todas las estructuras del organismo experimentan cambios que pueden tener repercusiones sobre la salud: la atrofia de la mucosa o las glándulas salivares, la disminución de las encías o los cambios en los dientes. Algunas enfermedades, también pueden afectar a la salud bucodental de los mayores. Te contamos cuáles son y cómo atajarlas.

Pareja de adultos mayores cepillando los dientes

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Publicado marzo 2022

Maximiliano, Socio del Club MAPFRE, ha observado desde hace un tiempo el deterioro en la salud bucal de su padre de 84 años. Le cuesta masticar y dice experimentar sequedad en la boca y dolor de encías en algunos momentos. No tiene muy claro si se trata de un efecto inevitable asociado al envejecimiento, por lo que decide consultar con el Asesor Médico especialista en Geriatría del Club MAPFRE  para que le ofrezca información sobre las causas y el tratamiento de los problemas bucodentales en las personas mayores. El geriatra que le atiende le explica que las enfermedades bucodentales tienen un importante impacto sobre la calidad de vida de las personas mayores y, dependiendo de las patologías y condiciones de cada paciente, también repercute en la alimentación, el aspecto físico y la salud en general.

  • Problemas
  • Sequedad bucal
  • Consejos boca sana
  • Prevención cáncer oral

Problemas dentales y de las encías en personas mayores

Los trastornos de la cavidad bucal pueden causar una mala alimentación en los mayores. Dientes con caries, con dolor o prótesis inadecuadas o mal ajustadas pueden afectar a la capacidad de alimentarse adecuadamente, comprometiendo la masticación y la percepción de los sabores. La dieta y la nutrición deben considerarse parte integral de la evaluación de la salud bucal y manejo del adulto mayor, ya que una alimentación inadecuada puede contribuir a un deterioro físico y mental acelerado. Asimismo, la mala salud oral es un factor perjudicial para el estado nutricional y la salud general. Además, el desgaste, los hábitos y la erosión ácida pueden afectar a los dientes. También los cambios asociados a la edad, tanto en los dientes como en las encías.

Las enfermedades periodontales se encuentran entre las afecciones crónicas más habituales en las personas mayores. Los cambios del envejecimiento pueden fomentar la proliferación de microorganismos de la placa, provocando la destrucción periodontal. La mayor cantidad de placa en este grupo poblacional podría ser debida en parte a una mayor recesión gingival. Las diferencias en la alimentación, el aumento del flujo de exudado gingival de las posibles encías inflamadas y los cambios en las secreciones de las glándulas salivales pueden alterar las condiciones para el crecimiento y la multiplicación de los microorganismos de la placa.

Sequedad bucal

El envejecimiento determina de forma habitual la disminución funcional de las glándulas salivales. La saliva sirve de protección a la cavidad bucal, la vía aérea superior y el tracto digestivo, por lo que la ausencia de ésta supone numerosas consecuencias perjudiciales para el paciente mayor. A medida que avanza la edad, se produce una atrofia y degeneración en las glándulas salivales mayores. De igual modo, las glándulas salivales menores también sufren cambios degenerativos. Por tanto, se produce una disminución del contenido acinar del tejido de las glándulas salivales que acompaña al proceso de envejecimiento. Además, hay que tener en cuenta la influencia de enfermedades sistémicas y efectos adversos de determinados fármacos o medicación en la producción de saliva.

Asimismo, uno de los principales problemas de salud oral en esta etapa de la vida es la sequedad bucal. Esto puede conllevar problemas de deglución, incremento de caries, úlceras en la mucosa oral, o patología inflamatoria (glositis, estomatitis, …) debido a la reducción del flujo salival y su efecto protector.

Consejos para mantener la boca sana

Los dientes deben lavarse al menos 2 veces al día, por la mañana y por la noche. Cada cepillado debe durar 2 minutos. Deben cepillarse todos los dientes, empezando por los de arriba y después los de abajo. Todas las caras de los dientes deben limpiarse cuidadosamente. Las caras lisas de los dientes se limpiarán con movimientos circulares, mientras que las caras de los dientes por las que masticamos se limpian de delante hacía atrás. También se deben limpiar las encías de forma suave.

Además, una buena alimentación puede mejorar mucho la salud bucodental. Los azúcares en exceso, por ejemplo, son perjudiciales para la salud oral y la salud general de las personas mayores. Debe evitarse sobre todo por las noches. Las frutas, verduras y legumbres deben ser alimentos muy presentes en la dieta de los mayores. Las grasas también deben estar presentes, pero sin excesos, prefiriendo las grasas vegetales a las de origen animal. Las proteínas, en forma variada (pescado, huevos, lácteos y carnes magras). El agua debe ser la bebida más habitual, limitando las bebidas carbonatadas y zumos envasados. Las bebidas estimulantes (café y té) y las bebidas alcohólicas deberían evitarse como norma general.

El consumo de tabaco está totalmente contraindicado, tanto por sus efectos sobre la salud en general como sobre la patología bucodental en particular.

Las personas mayores con saliva disminuida y boca seca deben hidratarse con agua abundantemente, sobre todo, en las principales comidas. Determinados fármacos producen sequedad. Si aparece este síntoma al comenzar un tratamiento habría que comunicarlo al médico. El consumo de café y té reducen aún más la producción de saliva, por lo que deberían evitarse. También es importante que los labios estén siempre bien hidratados. Para ello es recomendable usar algún hidratante labial como la grasa de cacao. Finalmente, tomar caramelos sin azúcar o masticar chicle sin azúcar puede ayudar a producir más saliva.

Consejos para la prevención del cáncer oral

El cáncer oral aumenta a partir de los 50 años y es más frecuente en hombres que en mujeres. Sus principales factores de riesgo son el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Un signo de alarma puede ser la presencia de una úlcera de 2 o 3 semanas de evolución, así como la aparición de manchas blancas o rojas. También el dolor o molestias al tragar debe ser valorado adecuadamente. Ante cualquiera de estos signos se debe acudir al médico.

Las personas mayores deben visitar al dentista de forma regular. El examen de dientes, encías y mucosas es necesario a cualquier edad, pero especialmente en personas mayores. Su importancia radica no solo en las enfermedades de la boca, sino en la salud general, la calidad de vida y las repercusiones sobre patologías ya existentes que pueden agravarse (diabetes, enfermedades cardiovasculares o cerebrales).

Maximiliano, miembro del Plan de Fidelización de MAPFRE, queda muy satisfecho con la información facilitada y tiene claro que siempre que tenga alguna duda consultará con un asesor del Club MAPFRE y pedirá cita con un especialista.

Dr. Juan Carlos Miñana Climent
Geriatra.
N.º Colegiado: 33009403 (Colegio de Médicos/Profesionales de la salud de Asturias)

El Asesor Médico resuelve cualquier consulta llamado al 900 805 707, completando nuestro formulario online o a través de la app de MAPFRE.

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