Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) son una causa importante de enfermedad en Europa, y España ha experimentado un aumento de casos en los últimos años. Para reducir la incidencia, se requiere un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado en sus etapas iniciales.

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Publicado julio 2023
Alicia, Socia del Club MAPFRE, tiene 32 años y no tiene pareja estable. Está preocupada porque ha oído hablar de un repunte de casos de ITS. Alicia tiene contratado el Plan de Fidelización de MAPFRE y decide aprovecharlo consultando con nuestra Asesora Médica Especialista en Ginecología y ETS para que le ofrezca información sobre cuáles son los tipos de Infecciones de Transmisión Sexual más frecuentes, cómo se transmiten y cómo prevenirlas.
La asesora le confirma que, al contrario de lo que ocurre con las infecciones por VIH, el número de casos de Infecciones de Transmisión Sexual lleva más de 10 años aumentando en España. Este aumento responde a un conjunto de causas que suelen estar relacionadas. Entre ellas destaca el cambio de patrón de comportamiento sexual en muchas personas, con un incremento en el número de relaciones sexuales y de parejas diferentes. Además, en ocasiones se realizan prácticas sexuales de riesgo. Ello se debe en parte a la pérdida del miedo a la infección por el VIH, el escaso conocimiento que hay sobre las enfermedades de transmisión sexual y la falta de educación sexual entre la población. Las infecciones que tienen lugar sin síntomas también son las causantes del aumento de contagios, ya que las personas afectadas no son diagnosticadas ni tratadas, por lo que se convierten en potenciales transmisores de la infección.
- Definición y tipos
- Evolución
- Tratamiento y prevención
Definición y tipos de ITS
Las bacterias, los virus, los protozoos y los ectoparásitos pueden ser los agentes causantes de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Estas infecciones se transmiten, mayoritariamente, por vía sexual, englobando el sexo vaginal, oral, anal o el contacto directo con piel o mucosas. Por estas vías se pueden transmitir las ITS causantes de clamidiasis, gonorrea, sífilis, candidiasis, tricomoniasis e infección por VIH, entre otras.
Además, las Infecciones de Transmisión Sexual también se pueden transmitir por contacto sanguíneo (principalmente por transfusiones e intercambio de jeringuillas).
Los principales causantes de distintos tipos de ITS son:
- Treponema pallidum, causante de la sífilis.
- Neisseria gonorrhoeae o gonococo, causante de la gonorrea.
- Chlamydia trachomatis y Trichomonas vaginalis, causantes de la tricomoniasis.
- Virus de la Hepatitis B.
- Herpes simple (virus).
- VIH (causante del SIDA).
- Virus del Papiloma Humano (causante del cáncer de cuello de útero).
Las ITS implican la presencia de un patógeno de transmisión sexual que puede dar pie a la aparición de una enfermedad. Cuando aparece esta patología, se hace referencia a Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Diferencia entre ITS y ETS
Históricamente, el término más utilizado era ETS para referirse a las enfermedades causadas por agentes infecciosos transmitidos por contacto sexual. Sin embargo, en los últimos años, se ha promovido el uso del término ITS para enfatizar que no todas las infecciones transmitidas sexualmente se manifiestan necesariamente como enfermedades. Algunas infecciones pueden ser asintomáticas o tener síntomas leves y transmitirse a otras personas. Al utilizar el término “Infecciones de Transmisión Sexual” se amplía el enfoque para incluir afecciones infecciosas que pueden no presentar síntomas claros de enfermedad, pero que siguen siendo importantes desde el punto de vista de la salud pública y la transmisión de infecciones.
Sin embargo, en la práctica, las siglas ETS e ITS se usan indistintamente y a menudo se utilizan como sinónimos.
Aumento de las ITS en los últimos años
En 2019 se alcanzaron más de 36.000 diagnósticos de ITS, lo que supuso un notable aumento con respecto a los años anteriores. Tras el paréntesis que supuso la pandemia de COVID-19 en 2020, en 2021 continuó la tendencia creciente, llegándose a más de 43.000 casos.
Teniendo en cuenta la edad, se producen más casos entre los 25 y 34 años. A partir de entonces se registran menos contagios por la estabilización de las parejas sexuales.
Aunque los contagios se producen mayoritariamente en hombres, la infección por Chlamydia trachomatis presenta tasas más elevadas en mujeres, especialmente menores de 25 años. Dado que se trata de casos mayoritariamente asintomáticos que no son tratados, esta puede ocasionar secuelas a largo plazo.
Tratamiento y prevención de las ITS
Preservar la salud general, sexual y reproductiva de la población es el principal objetivo que se puede conseguir por medio de un manejo adecuado de las ITS. Este incluye un diagnóstico precoz que permita un tratamiento adecuado temprano y un seguimiento posterior.
El diagnóstico y detección precoz es un aspecto esencial en el manejo de las ITS que permite la disminución del riesgo de patologías o complicaciones asociadas.
Actualmente todas las ITS tienen tratamiento. En algunos casos, el tratamiento se enfoca en controlar la replicación del agente causante de la ITS, como en el caso del VIH o el herpes anogenital. En otros casos, el tratamiento ITS tiene la capacidad de eliminarlo, especialmente cuando el agente infeccioso es una bacteria, un protozoo o un parásito.
En casos de ITS como gonorrea, clamidiasis, sífilis, infección por Mycoplasma genitalium y tricomoniasis existen tratamientos farmacológicos con ceftriaxona, doxiciclina, penicilina, moxifloxacina y nitroimidazoles, respectivamente, que se han mostrado efectivos.
Sin embargo, la resistencia a los antibióticos limita la eficacia de los tratamientos orales en algunos casos de gonorrea y Mycoplasma. En el caso del virus del herpes genital no existe una cura disponible.
Prevención de ITS
En el caso de la prevención de las ITS, es importante que se lleven a cabo campañas por parte de las instituciones sanitarias. Estas campañas de prevención ITS y concienciación deben estar destinadas principalmente a la población joven que todavía no se ha iniciado en la práctica de relaciones sexuales.
Algunas recomendaciones que pueden contribuir a reducir los casos de infecciones de transmisión sexual incluyen:
- Disponer de información contrastada (por ejemplo, de un centro sanitario autorizado sobre las ITS), especialmente antes del inicio de las relaciones sexuales.
- No hacer caso de rumores y falsas creencias que relegan a las enfermedades de transmisión sexual al pasado y que eliminan el peligro desde que existen fármacos que controlan la infección por VIH.
- Utilizar preservativo en las relaciones sexuales, tanto para sexo vaginal, sexo anal o sexo oral. Los preservativos masculinos y femeninos son los únicos métodos anticonceptivos capaces de evitar el contagio de ITS.
- Acudir a un centro sanitario después de haber mantenido relaciones sexuales de riesgo.
- Realizar pruebas diagnósticas de ITS y revisiones ginecológicas con periodicidad si se mantienen relaciones sexuales de riesgo o se tienen varias parejas.
- Tener presente que los anticonceptivos orales, la píldora del día después o el anillo vaginal no previenen el contagio de ITS.
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