Existe el tópico de que una persona puede vivir mil vidas diferentes cuando lee. Además, tener hábito de lectura puede ser una actividad capaz de mantener activo el cerebro y determinar un mejor funcionamiento cognitivo y una mejor salud.
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Publicado abril 2023
Rodolfo, Socio del Club MAPFRE, lleva jubilado ya unos años y anda preocupado por mantenerse activo, especialmente por mantener la mente ocupada y en funcionamiento. Ha escuchado que realizar actividades para ejercitar la mente puede ser una buena manera de prevenir o minimizar el declive cognitivo que se produce con la edad. Él dedica muchas horas al día a la lectura y se pregunta si se puede considerar una buena actividad para la mente. Por ello, se ha decidido a consultar con nuestro Asesor en Bienestar y envejecimiento para que le ofrezca información experta sobre este asunto.
Rodolfo pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE desde hace tiempo y se aprovecha de todas sus ventajas, incluyendo el asesoramiento de los asesores médicos. El asesor le explica que la lectura es una actividad beneficiosa para la mente y la salud, que permite vivir más, en sentido figurado y también en sentido literal. Además, le explica otras cosas sobre la lectura y el cerebro.
- Lectura y ocio
- Leer y aprender
- Beneficios de la lectura
La lectura y el ocio
Tener disponibilidad de tiempo para el ocio es fundamental para el bienestar de todas las personas. Además, a partir de cierta edad, la cantidad de tiempo libre disponible puede ser elevada, por lo que encontrar actividades satisfactorias y que sean saludables es importante. Estas pueden incluir la creación artística, los deportes, viajar, cocinar, escribir, etc.
Entre estas posibles ocupaciones, la lectura se puede considerar como uno de los entretenimientos más simples y versátiles que existen. Y es que lectura y ocio siempre han ido de la mano. Leer permite introducirse en las vivencias de miles de personajes, conocer la historia y la geografía, investigar sobre la vida en otros lugares de la tierra e indagar sobre las incógnitas del origen del universo o la vida de los animales. Las posibilidades son casi infinitas. Pero la lectura no solo permite vivir otras vidas de forma ficticia, también puede contribuir a un mejor funcionamiento cerebral y que nuestra vida sea mejor y más placentera.
Leer y aprender: actividades esenciales para el cerebro
El aprendizaje alcanza su punto álgido durante las primeras etapas de la vida. Sin embargo, no dejamos de aprender a lo largo de toda nuestra existencia. Además, conforme vamos cumpliendo años el cerebro experimenta una evolución en el modo en el que se comporta en el proceso del aprendizaje. Con la pérdida progresiva de facultades que se producen especialmente en las últimas etapas, el cerebro es capaz de desarrollar otras cualidades, incluyendo la experiencia, una mayor capacidad de análisis, de abstracción y de asimilar lo complejo. El paso de los años también suele ir acompañado de un aumento de la capacidad de reflexión y de la modulación emocional.
Por otro lado, un elemento esencial para que pueda tener lugar el aprendizaje es la motivación. La curiosidad, el interés, la voluntad y la capacidad de producir emoción son ingredientes necesarios para que el aprendizaje tenga continuidad.
En relación con las posibles vías para que se produzca el aprendizaje, la lectura es uno de los vehículos más inmediatos. Leer y aprender son dos actividades estrechamente ligadas. Leer nos puede acercar a cualquier tipo de conocimiento, ya sea simple o complejo, ya sea ficticio o real. Además, el texto escrito perdura y se puede volver a él cuando se desee.
Crear o mantener el hábito de lectura es algo que se puede conseguir en cualquier etapa de la vida, solo hay que encontrar esa motivación necesaria. En cualquier caso, este suele ser más perdurable cuando se adquiere durante la infancia y las primeras etapas de la vida.
Beneficios de la lectura para el cerebro y la salud
La lectura es una actividad beneficiosa para el cerebro. Se trata de un modo de ejercitarlo que permite llegar a la vejez en mejor estado. La lectura puede constituir un elemento muy valioso para la salud y el envejecimiento saludable. Desde un punto de vista preventivo, la actividad cerebral y la reserva cognitiva que se genera con el hábito de la lectura permite preservar al cerebro y modular el declive cognitivo derivado del paso del tiempo o incluso frente a enfermedades neurodegenerativas.
Lectura, activación y plasticidad cerebral
Se ha podido comprobar en diferentes estudios que la lectura produce múltiples beneficios en el cerebro humano promoviendo la activación de múltiples áreas del mismo. Entre otras, es capaz de activar la corteza visual, el área que se ocupa del lenguaje, las áreas específicas que otorgan valor lingüístico y significado a la información visual y a lo que se lee, y las zonas cerebrales relacionadas con las emociones que se pueden producir en el transcurso de la lectura. También se activa el lóbulo frontal, en el que se sitúan las funciones ejecutivas indispensables para ordenar mentalmente los personajes, las fechas, las tramas, etc., y otras zonas relacionadas con la memoria.
Otro de los elementos importantes promovidos por la lectura es la plasticidad cerebral, que se relaciona con la activación y modulación de diferentes zonas y elementos cerebrales. Se trata de la capacidad que tiene el cerebro para adaptarse mediante cambios en su función y estructura al paso del tiempo y a las agresiones, pero también a la información que recibe. Cuando se lee el cerebro maneja y guarda una gran cantidad de información, lo que determina modificaciones en la conectividad del córtex cerebral (la plasticidad sináptica y la creación de espinas dendríticas) y en las estructuras subcorticales que las conectan.
De este modo, la lectura promueve una mayor complejidad en las estructuras neuronales, contribuyendo a preservar una buena reserva cognitiva que puede ser muy valiosa para enfrentar las últimas etapas de la vida. En este sentido, las investigaciones señalan que la lectura de libros permite vivir más en personas mayores, más allá de su estado de salud y sus condiciones psicosociales.
La lectura nos hace vivir más, porque nos hace vivir otras vidas. Pero también nos permite vivir más y mejor la nuestra.
Rodolfo queda muy satisfecho con la información facilitada y tiene claro que siempre que tenga alguna duda consultará con un Asesor en Bienestar del Club MAPFRE y pedirá cita con un especialista.
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