Cada vez son más los mayores que vuelven a las aulas pasados los 65 años por el placer de aprender o socializar en su tiempo libre. Si es tu caso, te contamos todas las opciones que tienes, bien matriculándote en carreras o grados formales, o accediendo a los programas específicos que ofrecen las universidades.
Pídenos lo que necesites en el Experto Yo Me Ocupo, cualquier consulta o gestión llamando al 911 755 573, completando nuestro formulario online o a través de la app de MAPFRE.
Publicado marzo 2022
Alfonso, Socio del Club MAPFRE, vive en Barcelona y se acaba de jubilar. A su mujer aún le quedan algunos años de actividad laboral, así que ha pensado en volver a estudiar en la universidad y así sacarle el máximo partido a todo el tiempo libre que tendrá a partir de ahora. Quiere retomar la carrera que hace tantos años abandonó para trabajar y formar una familia y cree que ahora ha llegado el momento. Quiere permanecer activo y cree que volver a estudiar le mantendrá en buena forma, tanto mental como físicamente, y por eso se decide a consultar con el Experto Yo Me Ocupo del Club MAPFRE con el objetivo de que pueda darle información sobre qué opciones tiene y cuáles son las universidades más adaptadas a sus necesidades en estos momentos.
- Beneficios
- Aulas
- Universidad a distancia
Beneficios de estudiar para las personas mayores
Los médicos tienen claro que estudiar a partir de los 65 años es especialmente bueno porque se ejercita el cerebro y produce otros efectos positivos como prevenir y reducir el riesgo de depresión, combatir la aparición de cualquier tipo de demencia o mantener activa la memoria. Además, está demostrado que el ser humano está capacitado para adquirir nuevos conocimientos durante toda su vida, sin importar la edad que tenga. Estos son otros de los beneficios asociados al estudio en personas mayores:
- Aumenta el sentido de sentirnos útiles y la autoestima y nos devuelve la ilusión por la vida. Los profesores destacan el interés absoluto de estos alumnos por las clases, a las que no faltan nunca ya que se han matriculado porque quieren.
- Impulsa nuestro crecimiento personal. En las aulas conviven mayores y alumnos jóvenes, una convivencia que crea una relación muy rica e interesantes debates intergeneracionales.
- Es un buen antídoto para la soledad, ya que nos ayuda a conocer personas, entablar nuevas amistades y compartir tiempo con los compañeros de clase, con los que podemos estudiar, realizar trabajos después de las clases o simplemente compartir tiempo de ocio fuera de las aulas.
- Mantienes el ritmo: Después de la jubilación, la regularidad desaparece, por lo que rápidamente ves cómo los días y las semanas se fusionan y parecen todas iguales. El estudio puede ayudarte a mantener una rutina diaria y a mantenerte ocupado y con unas rutinas y horarios organizados.
Acudir a las aulas, un aliciente a partir de los 65 años
Muchas universidades cuentan con programas y cursos especialmente dedicados a las personas mayores, como la Universidad de la Experiencia de la Autónoma de Madrid (UAM), cuyo nombre oficial es Programa Universidad para los Mayores (PUMA) y está dirigido a personas a partir de los 50 años. Su objetivo esencial es dotar de una formación básica y actualizada en Ciencias, Ciencias Sociales y en Humanidades a las personas mayores, así como promover el aprendizaje a lo largo de la vida y fomentar el intercambio intergeneracional. Cuenta con una edad media de alumnos de 63 años, de los que casi un 70 % son jubilados y funciona desde 2003.
La Universidad Complutense de Madrid (UCM) también ofrece su Universidad de Mayores, con más de 2.000 alumnos matriculados, mientras que la Universidad Autónoma de Barcelona también cuenta con el programa Universitat a l’Abast para mayores de 50. El centro privado CEU tiene entre su oferta educativa el programa Universitas Senioribus, para mayores de 40 años, que comenzó con apenas 50 alumnos y en apenas una década ha multiplicado por ocho el número de matrículas. Ofrece una enseñanza reglada sin exámenes diseñada en torno a cuatro cursos de Historia Antigua, Medieval, Moderna y Contemporánea, aunque también es posible matricularse en materias sueltas.
La universidad a distancia, otra opción para los alumnos senior
La mayoría de los alumnos senior prefieren las Humanidades y muchos de ellos regresan a las aulas una vez jubilados porque no pudieron estudiar en su momento por motivos económicos, familiares o sociales y ahora quieren retomar los estudios para aprovechar que tienen más tiempo libre. Todos ellos buscan ampliar sus conocimientos sobre el mundo actual o deciden realizar algún curso de informática a fin de superar la brecha digital. La mayoría no se pierde las conferencias, exposiciones o viajes que suelen complementar estos cursos, aunque muchos otros se decantan por estudiar en universidades a distancia como la UNED por las ventajas que supone la flexibilidad de horarios, estudiar a nuestro propio ritmo o no tener que desplazarse. De esta forma, es posible compaginar la formación con otras actividades u obligaciones, como el cuidado de los nietos, por ejemplo.
Además, es posible conectarse para atender a las clases desde cualquier lugar y es posible autogestionarse los horarios y los momentos de estudio de manera más independiente. Cada alumno establece su ritmo y los profesores pueden atenderles de manera personalizada a través de tutorías o reuniones virtuales. Solo será necesario acudir puntualmente a clase para las entregas o trabajos en equipo, o bien para la realización de exámenes presenciales.
Pídenos lo que necesites en el Experto Yo Me Ocupo, cualquier consulta o gestión llamando al 911 755 573, completando nuestro formulario online o a través de la app de MAPFRE.