La artrosis u osteoartritis es una dolencia determinada por el desgaste de las articulaciones que afecta a más de 300 millones de personas. Cursa con dolor y discapacidad física, provocando cambios patológicos en los tejidos de la articulación especialmente en el cartílago y el hueso. Dos de las articulaciones más afectadas son la rodilla y la cadera.

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Publicado junio 2023
Claudio, Socio del Club MAPFRE, tiene 60 años y le acaban de diagnosticar recientemente artrosis de rodilla y de cadera. Llevaba un tiempo con dolor en las articulaciones y ahora que ya sabe lo que tiene quiere informarse sobre cuáles son los hábitos más adecuados para minimizar los efectos de su enfermedad y llevar la mejor calidad de vida posible. Por ello, ha decidido consultar con nuestro Asesor Médico Especialista en Traumatología y Reumatología para que le ofrezca información experta sobre la artrosis, sus síntomas y su tratamiento.
Claudio pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE desde hace tiempo y cuando tiene alguna duda de este tipo aprovecha la ventaja que supone recibir el asesoramiento de los expertos y asesores del Club.
La asesora que le atiende le explica que las articulaciones son estructuras complejas dispuestas a partir de un grupo de músculos que las movilizan, huesos que les sirven de soporte y ligamentos que las estabilizan. Estos tienen la función de reforzar la cápsula articular, que se encuentra recubierta por una membrana sinovial que nutre y protege al resto de estructuras.
En situaciones de fragilidad, sarcopenia o pérdida de masa muscular, traumatismos, exceso de peso o diversas patologías, se pueden provocar daños en las estructuras articulares, perjudicando la capacidad de movilidad y causando el dolor en la articulación.
El paso de los años también puede producir un desgaste del cartílago articular, dando lugar a la aparición de los síntomas típicos de la artrosis. Además, de contarle en qué consiste y cuáles son las causas de esta enfermedad, el Asesor Médico del Club MAPFRE le explica a Claudio en qué consiste el tratamiento para mitigar los dolores de la artrosis.
- Artrosis de cadera
- Artrosis de rodilla
- Tratamiento
Qué es la artrosis de cadera y cuáles son sus síntomas
La articulación de la cadera está formada por los huesos de la pelvis y el fémur. La cabeza del fémur encaja dentro del hueco de la pelvis, con gran variedad y amplitud de movimientos que permiten caminar, agacharse, sentarse, etc.
Con el paso de los años, como en el resto de las articulaciones, se produce desgaste del cartílago articular y con ella la posible aparición de los síntomas de la artrosis. Es importante señalar que la aparición de sintomatología no siempre es proporcional al daño producido en los tejidos.
Los factores que modifican el funcionamiento o la biomecánica de la articulación de la cadera y que pueden aumentar el riesgo de aparición de la artrosis se dividen en dos grupos:
- Factores individuales: en los que se incluirían la edad, el sexo, el peso, los factores genéticos, la etnia, el tipo de ocupación y la dieta.
- Factores propios de la articulación: incluyendo la morfología y forma de la articulación y la función muscular.
También es posible que la artrosis de cadera pueda aparecer de forma secundaria a otra patología.
Los síntomas de la artrosis de cadera son el dolor y la pérdida de función principalmente. Este dolor se localiza fundamentalmente en la región de la ingle o de la cadera.
Otros síntomas de la artrosis de cadera incluyen la rigidez matutina en esta articulación, el déficit de rotación interna y la dificultad para realizar la flexión de la cadera.
Síntomas de la artrosis de rodilla
La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa que se relaciona habitualmente con una edad avanzada. La artrosis de rodilla aparece cuando se desgasta el cartílago de esta articulación, disminuyendo la protección de los huesos que intervienen en ella. Esto provoca la aparición de los síntomas principales de este tipo de artrosis: el dolor, la inflamación y la rigidez. Además, la dificultad para flexionar y extender la pierna es intensa después de haber permanecido mucho tiempo en reposo. En artrosis de rodilla severas el paciente puede notar los síntomas también en reposo.
La artrosis también puede provocar ciertas deformidades de la articulación y alteraciones en la alineación de los huesos.
Cómo tratar la artrosis para reducir el dolor
En el caso de la artrosis, la primera opción de tratamiento incluye medicamentos analgésicos, como el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). También se pueden utilizar medicamentos de acción lenta, que ayudan a preservar el cartílago y frenar la evolución de la enfermedad. Se incluyen aquí el condroitín sulfato, el sulfato de glucosamina y la diacereína que se administran por vía oral. También el ácido hialurónico que se administra mediante una infiltración dentro de la articulación afectada, especialmente en la rodilla o la cadera.
Además del tratamiento farmacológico, la fisioterapia puede contribuir a disminuir el dolor y la inflamación, prevenir la aparición de deformidades, preservar la funcionalidad de la articulación y conservar la masa y la fuerza muscular. El tratamiento fisioterapéutico de la artrosis de rodilla contempla las técnicas analgésicas que alivien el dolor y las técnicas que mejoren la funcionalidad de la articulación. Estas técnicas analgésicas incluyen el empleo de calor y frío (termoterapia y crioterapia, respectivamente) para obtener beneficios, disminuyendo el dolor y la inflamación.
Terapias y Técnicas para la artrosis
La terapia manual, con masajes y técnicas de movilización articular, entre otras, también tienen la finalidad de disminuir el dolor. Para ello se puede realizar un masaje circulatorio para drenar la inflamación, junto con la descarga de los músculos de la pierna para aliviar los síntomas.
En la recuperación de la movilidad y flexibilidad de los músculos de la rodilla se utilizan técnicas específicas, incluyendo la potenciación de la musculatura de la rodilla con ejercicios isométricos sin carga. También se tratan las zonas relacionadas con los movimientos de la rodilla, como la zona lumbar y abdominal, la pelvis y el tobillo con movilizaciones articulares y estiramientos.
Las técnicas que incluyen ejercicios terapéuticos inciden directa o indirectamente sobre la artrosis, mejorando la estabilidad de la rodilla, el equilibrio de las estructuras articulares, el fortalecimiento global y la mejora de la marcha.
En el tratamiento de la artrosis de cadera, si el paciente presenta sobrepeso es recomendable que se someta a una dieta para la pérdida de peso, con el fin de evitar la sobrecarga de la articulación. De igual modo, el uso de un bastón para caminar puede resultar beneficioso para el alivio del dolor y evitar caídas.
En cuanto al tratamiento quirúrgico, este está indicado en pacientes con artrosis muy avanzada, en los que existe una limitación muy importante para caminar o realizar las actividades cotidianas. La intervención consiste en sustituir la articulación por una prótesis. Tras un programa de rehabilitación después de la intervención, los pacientes suelen recuperar la movilidad y retomar su vida cotidiana con normalidad.
Protolo de tratamiento fisioterapéutico para la artrosis
En los casos en los que el desgaste de la articulación no aconseja la intervención quirúrgica, se puede establecer un protocolo de tratamiento fisioterapéutico adaptado para disminuir los síntomas de la artrosis que puede incluir:
- Técnicas de terapia manual.
- Recuperar la fuerza, la resistencia muscular, así como la flexibilidad.
- Reeducación funcional de la marcha y el equilibrio. En función de la actividad cotidiana del paciente se realiza un programa para ejercitar la musculatura implicada, con el objetivo de facilitar las tareas.
- Educación del paciente, combinada con un plan de ejercicio cotidiano.
- Otras modalidades de tratamiento que contemplen el manejo del dolor crónico.
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