Los vértigos y los trastornos del equilibrio constituyen uno de los motivos más frecuentes de consulta médica, afectando a cerca del 2 % la población española. Descubre aquí qué tipos de vértigos existen, cuáles son sus causas y el tratamiento para el vértigo.

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Publicado noviembre 2023
Luisa, Socia del Club MAPFRE, tiene 68 años y en ocasiones nota una sensación de mareo o vértigo asociada a una falta de estabilidad. Luisa pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE desde hace tiempo por lo que ha decidido usar esta ventaja y consultar con nuestro Asesor Médico especialista en Otorrinolaringología.
El asesor le explica que el primer paso es diferenciar entre mareo y vértigo. El mareo es una sensación de inestabilidad, mientras que el vértigo conlleva la sensación de movimiento y pérdida del equilibrio que puede durar horas o incluso días. El vértigo es un síntoma que puede tener su origen en múltiples patologías del sistema nervioso, como las patologías cerebrovasculares (infartos, ictus, hemorragias), ciertos tumores, enfermedades neurodegenerativas, epilepsia, migraña, etc. También puede estar asociado con enfermedades sistémicas como la diabetes mellitus, el hipotiroidismo, la insuficiencia renal crónica y las enfermedades del oído interno, entre otras.
- ¿Qué son?
- Causas
- Tratamiento
Qué son los vértigos y qué tipos existen
Los vértigos son una alucinación de movimiento o una sensación errónea en la que se experimenta el desplazamiento del cuerpo o de objetos que están alrededor.
Los síntomas de los vértigos incluyen mareo intenso, náuseas, vómitos sudoración, inestabilidad al caminar, pérdida de equilibrio y sensación de que el entorno gira o se mueve. Se trata de síntomas que puede aparecer en diversidad de enfermedades.
El vértigo está más presente en mujeres, viéndose incrementado además con la edad. De este modo, hasta una quinta parte de la población mayor de 65 años puede padecer vértigo y trastornos del equilibrio, con la falta de estabilidad y el riesgo de caídas que conlleva.
Existen diferentes tipos de vértigos
- Vértigo periférico. Tiene lugar por causa de una alteración en los sistemas relacionados con el equilibrio, como los componentes del oído interno, o del nervio encargado de llevar esa información al cerebro. El vértigo periférico incluye las crisis de vértigo de características rotatorias en las que se produce el giro del entorno con un inicio súbito. Suele asociarse con sudoración, náuseas, palidez cutánea, palpitaciones y sintomatología del oído como hipoacusia o acúfenos. Su duración es menor a dos semanas. Dentro de este tipo de vértigos, los más frecuentes son el vértigo posicional paroxístico benigno y la enfermedad de Menière.
- Vértigo central. Se produce cuando se ven afectadas las regiones del sistema nervioso central encargadas de procesar la información sobre el equilibrio (vías y centros nerviosos del tronco o de la corteza cerebral). Se suele experimentar una sensación de inestabilidad, mareo, oscilación o dificultad de la marcha que se instaura de manera progresiva y acaba siendo permanente. Se puede asociar a trastornos de conciencia, visión doble, dificultad para hablar, desorientación y dificultad para coordinar movimientos, entre otros síntomas. El vértigo central incluye el vértigo causado por un infarto en el territorio de la arteria vertebral o de la arteria cerebelosa posterior (infarto bulbar lateral o síndrome de Wallenberg), que es de los más característicos vértigos centrales.
- Vértigo de características mixtas. Puede iniciarse con síntomas de vértigo central, añadiendo crisis vertiginosas con giro de objetos y síntomas propios del vértigo periférico.
Causas del vértigo y de la pérdida de equilibrio
Las causas del vértigo y de la pérdida de equilibrio pueden deberse a alteraciones de las estructuras que captan la información del equilibrio y la posición del cuerpo en el espacio:
- El sistema visual.
- Problemas vestibulares del oído interno.
- Trastornos neuronales.
- Trastornos en los sistemas de receptores situados en los músculos y las articulaciones.
También puede darse por la lesión de las regiones del sistema nervioso central que integran esta información (núcleos vestibulares troncoencefálicos y sus conexiones y el cerebelo). Este puede ser el caso de la migraña basilar, infartos o hemorragias cerebelosas, tumores de la fosa posterior, neurinoma del acústico y patologías neurodegenerativas como la esclerosis múltiple, entre otras.
Otras causas de vértigo o pérdida de equilibrio pueden ser tratamientos con determinados medicamentos, y enfermedades neurológicas como el párkinson o la neuropatía periférica.
Tratamiento para el vértigo
El tratamiento del vértigo y los trastornos del equilibrio varía en función de las causas que lo provoquen. Cuando el vértigo es de tipo benigno, suele ser una patología tratada por el médico de atención primaria. Si el vértigo es persistente y está asociado a síntomas graves (vértigo periférico y central), será tratado por el especialista en otorrinolaringología o por el neurólogo.
A la hora de establecer un tratamiento para el vértigo, el especialista puede optar por varios procedimientos:
- Reposicionamiento canalicular: en caso de vértigo periférico paroxístico benigno puede resultar útil la realización de movimientos específicos de la cabeza y el cuerpo del paciente para reposicionar las partículas desplazadas del oído interno que causan las pérdidas de equilibrio (maniobra de Epley).
- Medicamentos: En los episodios agudos de vértigo se utilizan fármacos sedantes vestibulares que actúan en el oído interno. Entre ellos están la sulpirida, tietilperazina, prometazina o dimenhidrinato. En casos de vértigo intenso también se pueden prescribir benzodiazepinas. Pueden incluirse otros tratamientos farmacológicos específicos indicados cuando existen enfermedades del sistema nervioso central o vértigo psicógeno.
- Cirugía: En el caso del vértigo posicional paroxístico benigno cuando se produce resistencia al tratamiento farmacológico, en la enfermedad de Menière cuando las crisis son incapacitantes, en las fístulas perilinfáticas o en algunas enfermedades del sistema nervioso central puede ser necesario recurrir a la cirugía.
- Reeducación del equilibrio: Se lleva a cabo por parte de un fisioterapeuta en una ambiente seguro y controlado. Consiste en diferentes ejercicios dirigidos a mejorar la respuesta corporal en situaciones de desequilibrio e inestabilidad. El objetivo principal es prevenir caídas y ganar seguridad y autonomía. También se pueden realizar ejercicios de rehabilitación vestibular con repetición de movimientos de ojos, cabeza y cuerpo en el caso de vértigo periférico.
Luisa, que pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE, queda muy satisfecha con la información facilitada por el Asesor Médico del Club MAPFRE y pedirá cita con un especialista.
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