
1Tratamiento tópico
El tratamiento de la infección no es problemático, aunque sí son frecuentes las infecciones recurrentes. En este sentido, son muy importantes las medidas higiénicas para evitar en la medida de lo posible baños, aplicación de aceites sobre la piel, calor o el exceso de sudor. En las primeras fases de la enfermedad se pueden emplear tratamientos que no son específicos contra el hongo, pero actúan removiendo las capas de piel infectadas. El más utilizado es el sulfuro de selenio (en loción o champú), con una aplicación diaria durante 15 días. Por su parte, los Azoles tópicos son el tratamiento de elección en los pacientes con infección limitada, y con tasas de curación del 70-80%. Dentro de estos se incluyen varias opciones, aunque el tratamiento más utilizado es el Ketoconazol al 2% en crema o champú , una vez al día; la Terbinafina al 1% en crema, gel o spray, dos veces al día; Miconazol (crema) dos veces al día; Clotrimazol (crema) dos veces al día; o Ciclopirox (champú 1,5%), dos veces a la semana. Todos estos tratamientos deben durar un mínimo de 15 días.
Existen alternativas que también pueden ser efectivas como el champú de piritionato de zinc al 1% (dos o tres veces por semana), o el champú de sulfuro de selenio al 2,5% (una vez al día durante tres días y repetir la semana siguiente).