Cuando dormimos nuestro cuerpo se recupera, la memoria mejora, el sistema inmune se fortalece, la concentración mejora y se recupera la energía. Si eres de los que les cuesta conciliar el sueño, te contamos cómo dormir mejor y los remedios para combatir el insomnio.
El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.
Publicado noviembre 2021
Manuel es Socio del Club MAPFRE, y desde hace tiempo no logra dormir bien, se despierta a mitad de la noche y le cuesta conciliar de nuevo el sueño. Además, cuando se levanta al día siguiente se encuentra cansado y somnoliento. Por eso decide consultar con el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE para que le ofrezca información sobre las posibles causas y soluciones para poder dormir mejor. El asesor le explica diferentes aspectos del descanso y el sueño y cómo este puede ser importante como factor de riesgo en diferentes enfermedades como la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, entre otras.
- Consecuencias de un descanso deficiente
- Trastornos del sueño
- Consejos
Consecuencias para la salud de un descanso deficiente
Las consecuencias potenciales de dormir poco de manera crónica incluyen un rendimiento cognitivo disminuido, un aumento del riesgo de accidentes y efectos negativos sobre la salud física y mental. Existen numerosas evidencias que relacionan un descanso insuficiente continuado con riesgo de aumento de peso corporal, obesidad, diabetes e hipertensión, además de un aumento de la mortalidad. Otros efectos incluyen el cansancio, estado de ánimo decaído, irritabilidad y disminución de la libido.
La insuficiencia crónica de sueño es muy común en la sociedad moderna y depende de múltiples factores, incluyendo las exigencias laborales, las responsabilidades sociales y familiares, las condiciones médicas, los trastornos del sueño y la mala planificación del tiempo. En este último caso, el cambio de horas de sueño por otras actividades suele ser habitual en la sociedad actual en la que el imperativo biológico de dormir se opone al imperativo cultural de estar más tiempo despierto.
La relación entre un sueño insuficiente y una mayor probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, infartos, angina o ictus se ha podido observar en muchos estudios. Uno de los posibles causantes del aumento de riesgo de enfermedad cardiovascular propiciado por la disminución en las horas de sueño son los procesos inflamatorios. Dormir poco también puede debilitar al sistema inmune, lo que puede dar lugar a un aumento del riesgo de sufrir enfermedades.
La restricción del sueño puede tener una respuesta metabólica negativa que puede contribuir a aumentar el riesgo de padecer obesidad y patologías asociadas como la diabetes tipo 2. Este efecto podría implicar a las hormonas relacionadas con el mecanismo de la saciedad y el apetito (ghrelina y leptina).
Trastornos del sueño más frecuentes
Existen numerosos trastornos del sueño, cuya causa puede ser otra patología.
- Insomnio. Es el trastorno del sueño más frecuente. Está relacionado con la incapacidad para conciliar el sueño o para mantenerlo a lo largo de la noche. Las personas que lo sufren tienen una mala calidad del sueño, lo que tiene una repercusión en su calidad de vida. El insomnio generalmente se soluciona al modificar los factores que lo provocan. Sin embargo, puede convertirse en crónico, cuando su duración supera las tres semanas.
- Hipersomnia. Tiene que ver con la somnolencia diurna excesiva. La narcolepsia sería uno de los síndromes que cursan con hipersomnia.
- Parasomnias. Trastornos de la conducta y alteraciones que ocurren durante el sueño. Incluye pesadillas, terrores nocturnos y sonambulismo. Son más típicas de la infancia y la adolescencia.
- Apnea del sueño. La enfermedad cursa con interrupciones respiratorias causadas por un colapso en las vías aéreas superiores durante el sueño. Ello conduce a la aparición de cefaleas, somnolencia, ronquidos y descanso deficiente. Los síntomas más habituales incluyen la imposibilidad para conciliar el sueño, despertar temprano, agotamiento físico, sueño diurno y bajo rendimiento profesional o para cumplir las obligaciones profesionales, familiares o sociales.
El diagnóstico y tratamiento de los pacientes con alteraciones del sueño necesita un abordaje multidisciplinar integrado en las Unidades del Sueño. La prueba diagnóstica más común es la polisomnografía, en la que se registran durante la noche diversas variables fisiológicas (incluyendo un electroencefalograma, el flujo respiratorio, la saturación de oxígeno, la frecuencia cardiaca, etc.). Además, se suele realizar una grabación de vídeo para observar la estructura y alteraciones del sueño.
Consejos para dormir bien
Más allá de las posibles patologías que pueden causar insomnio y problemas en el descanso, existe una serie de recomendaciones que pueden ser positivas para aumentar la calidad del sueño y el descanso:
- Mantener un horario regular de sueño, con inicio y final a la misma hora. Procurar que ese horario no se modifique en exceso durante los fines de semana.
- Evitar o limitar las siestas.
- Realizar ejercicio físico de forma regular durante el día, dejando siempre que pasen varias horas antes de acostarse.
- Evitar el consumo de bebidas estimulantes como café, té, otras bebidas con cafeína y alcohol en las horas previas a ir a dormir. No fumar, especialmente antes de acostarse.
- Las cenas no deben ser copiosas ni deben ser muy tardías. Es recomendable dejar que pasen dos horas antes de ir a dormir.
- Algunas rutinas pueden facilitar el sueño: un baño caliente, leer, escuchar música relajante, etc. Además, el ambiente debe ser propicio: oscuro, silencioso y con una temperatura agradable.
- La cama se debe utilizar solo para dormir. El colchón y la almohada deben ser cómodos.
Manuel, miembro del Plan de Fidelización de MAPFRE, queda muy satisfecho con la información facilitada y tiene claro que siempre que tenga alguna duda consultará con un Asesor en Bienestar del Club MAPFRE y pedirá cita con un especialista.
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