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Publicado noviembre 2025
7 Min de lectura
Personas mayores en el ambito digital
Antonia, Socio del Club MAPFRE, tiene 70 años y vive sola desde hace bastante tiempo, aunque sus hijas y nietos la visitan con frecuencia, especialmente los fines de semana. Siempre ha sido una persona muy activa y todas las mañanas sale a caminar y hacer las compras necesarias. Últimamente, nota que le cuesta hacer algunos trámites y gestiones del día a día, porque muchas se hacen de forma online y ella no se lleva bien con las nuevas tecnologías. Asuntos tan cotidianos como pedir cita en su médico de cabecera o con especialistas se le complican mucho, porque es muy difícil que respondan al teléfono y ella no sabe solicitar citas por internet.
Antonia no quiere ser una carga para su familia y que pierdan su tiempo enseñándole todas estas cosas. Por eso, aprovechando las ventajas de pertenecer al Plan de Fidelización de MAPFRE, ha contactado con el Experto Yo Me Ocupo del Club MAPFRE para que le aconseje cómo podría ampliar sus conocimientos y reducir la brecha digital que sufre. Nuestro experto le habla de las ventajas de la inclusión digital y le ofrece un plan de acción para salvar la brecha digital y que aprenda a realizar tareas online sencillas necesarias para su día a día.
- Brecha digital
- Beneficios
- Plan inclusivo
Brecha digital mayores: cómo afecta a la autonomía, la salud y los trámites
La brecha digital es la diferencia real entre poder hacer tus gestiones con tecnología y no poder hacerlas. Esto incluye tres aspectos:
- Acceso (conexión, dispositivo adecuado)
- Habilidades (saber usar apps y webs)
- Uso con confianza y seguridad
Además de todo esto, en el caso de las personas mayores en la brecha digital intervienen también barreras de visión, audición o memoria, interfaces poco legibles, letras pequeñas, pasos confusos de verificación y trámites pensados solo para móvil.
En el día a día, la brecha digital afecta a los mayores de diversas formas:
- Autonomía y gestiones: cuando no dominas la identificación digital (códigos por SMS, contraseñas, certificados) dependes de alguien para pedir citas, descargar recibos o pagar tasas. Eso te quita tiempo y flexibilidad, y alarga procesos sencillos.
- Salud: la relación con tu centro médico ya es híbrida. Si no manejas la web o la app, puedes perder los avisos de consultas, sufrir demoras en la receta electrónica y resulta más difícil renovar partes o ver resultados de pruebas médicas. También pospones controles de salud por miedo a no “saber entrar”.
- Dinero: sin banca digital o notificaciones, tardas más en ver cargos o detectar duplicados. Puedes perder descuentos online (tarifas reducidas, inscripciones con cupón) y acabar pagando comisiones por gestiones presenciales.
- Relaciones: familiares y amistades comparten fotos, ubicaciones y videollamadas. Si te quedas fuera de esos canales, disminuyen las conversaciones cotidianas y se resiente la sensación de compañía.
- Seguridad: cuando no reconoces señales básicas (candado del navegador, remitentes fiables, direcciones sospechosas), sube el riesgo de caer en suplantaciones. Reutilizar una misma clave o aceptar enlaces urgentes te deja expuesto.
- Movilidad y ocio: cada vez más servicios usan códigos QR y reservas online (autobús, entradas, citas municipales). Si te bloqueas en esos pasos, renuncias a actividades y desplazamientos por pura traba digital.
La brecha digital en los mayores también genera ansiedad tecnológica. El temor a fraudes crece cuando no reconoces señales como el candado del navegador o mensajes de suplantación (phishing). Esa mezcla de inseguridad y dependencia puede aislarte: reduces llamadas, compras, ocio y relación con familiares que usan canales digitales.
Otras señales de alerta que indican que una persona mayor está sufriendo la brecha digital son postergar trámites sencillos, necesitar ayuda para cada paso, ponerse nervioso al introducir datos o no recordar cómo volver a consultar “Mis gestiones”.
Cerrar esa brecha digital empieza por fijarse objetivos pequeños, tener apoyo cercano y realizar prácticas cortas. Para ello necesitarás un dispositivo ajustado a ti, conexión estable y hábitos sencillos de seguridad para ganar control sobre tu día a día. Los cursos de competencias digitales para mayores pueden ser un buen comienzo para reducir la brecha digital.
Beneficios de la inclusión digital
La inclusión digital en los mayores supone tener la capacidad de acceder a Internet, utilizar herramientas digitales y aplicar criterios de seguridad. Al dominar lo esencial podrás completar trámites en minutos (citas, pagos, facturas), gestionar tu salud (recetas electrónicas, resultados), reforzar la protección frente a fraudes (contraseñas sólidas y verificación en dos pasos) y mantener el contacto mediante videollamadas y álbumes compartidos, reduciendo la brecha digital.
Los principales beneficios de la inclusión digital para las personas mayores son:
- Autonomía inmediata: podrás pedir citas, pagar tasas pequeñas, revisar facturas o consultar avisos sin esperar colas ni llamadas. Gestionarás recordatorios, calendarios y ubicaciones de forma sencilla.
- Salud más cercana: reservarás consultas, revisarás pruebas médicas y activarás alertas de medicación. También podrás apuntarte a programas de ejercicio o bienestar y seguir rutinas en apps de salud con vídeos e instrucciones claras.
- Ahorro de tiempo y dinero: muchas gestiones tienen ventanillas digitales abiertas 24/7. Evitas desplazamientos, imprimes menos y minimizas comisiones por gestiones presenciales.
- Seguridad y tranquilidad: al aprender a reconocer webs legítimas, contraseñas robustas y verificaciones por SMS o apps, reduces riesgos de fraude. Te sentirás con el mando, no a merced de mensajes sospechosos.
- Vínculos familiares: con videollamadas, álbumes compartidos y mensajería, verás crecer a tus nietos y mantendrás conversaciones frecuentes sin horarios complicados.
- Ocio y cultura: tendrás audiolibros, prensa, música y cursos abiertos (gratuitos o de corta duración) a un toque. Practicarás aficiones con tutoriales, comunidades y eventos en streaming.
- Participación: podrás solicitar ayudas, inscribirte en actividades municipales o proponer quejas y sugerencias desde casa. Eso refuerza tu voz como ciudadano.
- Accesibilidad real: ajustarás el tamaño del texto, activarás subtítulos o asistentes de voz. Aprendiendo a utilizar estas funciones, el móvil y el ordenador se adaptan a ti, no al revés.
La inclusión digital multiplica tu autonomía y tu bienestar. Empieza por una tarea concreta que te aporte valor hoy y consolida pequeños logros cada semana.
Plan de inclusión digital
El objetivo de este plan de inclusión digital para mayores es integrar en tu rutina el uso seguro y eficaz de las herramientas digitales. Aquí tienes el paso a paso para implementarlo:
- Define un objetivo semanal concreto. Selecciona una gestión prioritaria (solicitar cita sanitaria, pagar un recibo, enviar un documento por correo) y céntrate en automatizar ese proceso.
- Configura tu dispositivo. Aumenta tamaño de fuente y contraste, activa los subtítulos y el asistente de voz si los necesitas. Coloca accesos directos en la pantalla de inicio a las tres aplicaciones de uso más frecuente. Revisa que el sistema y las apps estén actualizadas.
- Asegura la conexión. Comprueba la cobertura en casa, ubica el router en un lugar despejado y anota la clave WiFi en un lugar seguro. Para gestiones sensibles evita las redes públicas.
- Protege tu identidad. Crea contraseñas de al menos 12 caracteres combinando letras, números y símbolos y no reutilices claves. Activa la verificación en dos pasos en tu correo, banca y administración. Conserva los códigos de recuperación en papel y guarda contactos de soporte.
- Estandariza tus trámites. Escribe un guion de cómo acceder a la web o app, identificarte, localizar “Cita”, “Mis trámites” o “Pagos”, verificar datos, confirmar, descargar justificante y cerrar sesión. Añade a marcadores las páginas oficiales y guarda los justificantes en una carpeta con fecha en tu dispositivo.
- Establece una rutina. Reserva dos sesiones semanales de 15–20 minutos para practicar el flujo anterior. Lleva una libreta de incidencias (qué ocurrió y cómo lo resolviste) y mide el progreso: tiempo por trámite, número de gestiones realizadas y errores evitados. Esa constancia reduce la brecha digital.
- Activa tu red de apoyo. Solicita a un familiar o a un profesional supervisión inicial y revisiones periódicas. Además, si eres Socio del Club MAPFRE, puedes pedir acompañamiento del Experto Yo Me Ocupo para que te ayudemos con la configuración y la verificación de seguridad.
Estableciendo pequeñas metas semanales, con una configuración adecuada y seguridad básica, la brecha digital en mayores se reduce de forma medible. Ganarás independencia y tranquilidad en tus gestiones diarias.
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