mujer con distimia sentada bajo el edredón
Asesor en Bienestar

¿Qué es la distimia?

mujer de edad avanzada con distimia

La distimia o trastorno depresivo persistente es una forma de depresión más leve que la depresión mayor, pero que tiene una larga duración. La distimia puede incluir episodios de depresión mayor y tener causas genéticas, lo que podría determinar un carácter hereditario.

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Publicado enero 2025

Antonia, Socia del Club MAPFRE, ha sufrido diferentes episodios de depresión a lo largo de su vida. Tiene una hija que acaba de empezar sus estudios universitarios y que en ocasiones se muestra decaída o con un tono emocional bajo. No tiene muy claro si existe una causa hereditaria en la depresión, por lo que ha decidido consultar con nuestro Asesor en Bienestar para preguntarle sobre el posible origen hereditario de los trastornos del estado de ánimo. Antonia pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE y se aprovecha de todas sus ventajas, incluyendo el asesoramiento de los expertos y asesores.

El asesor le explica que existe un cuadro más leve que la depresión mayor pero que puede ser más duradero, la distimia. Las causas no están del todo claras, pero es probable que sean el resultado de la interacción de factores ambientales, psicológicos, biológicos y genéticos. A continuación, el asesor le cuenta con más detalle qué es la distimia, cuáles son sus causas, síntomas y tratamiento.

  • ¿Qué es?
  • Causas
  • Síntomas y tratamiento

Qué es la distimia

La distimia, conocida también como trastorno depresivo persistente, es un tipo de depresión crónica caracterizada por un estado de ánimo bajo, constante pero menos severo que la depresión mayor. Sin embargo, se considera que la distimia tiene peor pronóstico, pudiendo producir igual o mayor limitación funcional. Este trastorno afecta significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen, debido a su persistencia en el tiempo, que puede prolongarse por años. Aunque las causas de la distimia no están completamente identificadas, existe cierto grado de evidencia que sugiere un componente hereditario, combinado con factores ambientales y neurobiológicos.

Los síntomas de la distimia pueden incluir:

Para confirmar el diagnóstico, los síntomas deben estar presentes durante al menos dos años en adultos o un año en el caso de adolescentes y niños. A menudo, las personas que padecen trastorno depresivo persistente se acostumbran a su estado emocional y no buscan tratamiento, lo que subraya la importancia de la detección temprana para mejorar la evolución.

El trastorno puede iniciarse a cualquier edad. Cuando se presenta en niños y adolescentes, suele ir asociado a otros síntomas como trastornos de conducta, incluyendo el trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Causas de la distimia

Los estudios psiquiátricos de carácter genético han identificado una predisposición hereditaria como un factor importante en el desarrollo de la distimia. Las investigaciones sugieren que ciertos desequilibrios bioquímicos en el cerebro, como los relacionados con los neurotransmisores (incluyendo la serotonina), podrían ser heredados. Además, un historial familiar de depresión o trastornos del estado de ánimo incrementa el riesgo de desarrollar distimia. La influencia genética parece combinarse con experiencias ambientales de estrés acentuado o acontecimientos traumáticos en etapas tempranas que contribuyen al inicio del trastorno.

De este modo, la distimia parece ser más común en personas cuyos familiares también tienen esta afección. Existen investigaciones en curso que tratan de indagar sobre los genes que podrían estar involucrados en la aparición de los diferentes trastornos del estado de ánimo.

Además de los factores genéticos hereditarios, otras causas de la distimia podrían incluir:

  • Cambios biológicos. Las personas con trastorno depresivo persistente pueden presentar una disposición diferente en algunas estructuras cerebrales. Sin embargo, no está muy claro cómo afectan estos cambios al propio trastorno ni a su evolución.
  • Neuroquímica cerebral. Los cambios en los niveles de actividad de los neurotransmisores pueden desempeñar un papel importante en la aparición de patologías como la depresión. De igual modo, investigaciones recientes con imágenes por resonancia magnética funcional han mostrado menor actividad en áreas del cerebro relacionadas con el control cognitivo y la regulación emocional. Estas disfunciones podrían explicar tanto los problemas de regulación emocional como las dificultades cognitivas que experimentan los pacientes con distimia.
  • Circunstancias vitales. Al igual que ocurre en la depresión mayor, los eventos traumáticos, como la pérdida de un ser querido, los problemas económicos o un alto nivel de estrés continuado, pueden estar en el origen de la distimia y otros trastornos del estado de ánimo.

Distimia: síntomas y tratamiento

El diagnóstico de distimia requiere una evaluación pormenorizada por parte de un profesional de la salud mental. Para ello, se debe llevar a cabo la revisión de los síntomas, una historia clínica detallada y, en algunos casos, pruebas neuropsicológicas.

En la actualidad, cada vez más profesionales de la psicología y la salud mental destacan la necesidad de clasificar e identificar adecuadamente los subtipos de depresión para poder establecer las terapias más adecuadas. De este modo, los pacientes en los que se identifiquen déficits cognitivos asociados a la distimia requerirán intervenciones que también aborden estas disfunciones.

Síntomas de la distimia

Algunos de los síntomas de la distimia y el trastorno depresivo mayor son comunes, ambos comparten un deterioro funcional importante y bases biológicas comunes, incluidas la predisposición genética. Sus síntomas se superponen con frecuencia, considerándose ambas patologías como parte del espectro de los trastornos afectivos. El síntoma principal de ambas es el ánimo deprimido. Sin embargo, se distinguen principalmente en que la distimia es menos grave, pero tiene un curso crónico.

En los pacientes con distimia predominan los síntomas cognitivos y emocionales como baja autoestima, anhedonia, fatiga, irritabilidad y pobre concentración, mientras que en la depresión mayor suelen aparecer más problemas de apetito, libido y agitación o retardo psicomotor.

Tratamiento para la distimia

El tratamiento de la distimia puede ser de varios tipos, entre los que se incluyen:

  • Psicoterapia. La terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal han mostrado eficacia al ayudar a los pacientes a reestructurar pensamientos negativos y mejorar habilidades sociales.
  • Farmacoterapia. Los medicamentos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, suelen ser los más prescritos. Sin embargo, debido a la variabilidad en la respuesta al tratamiento, siempre es recomendable un enfoque personalizado basado en el perfil neurocognitivo de cada paciente.
  • Intervenciones mixtas. Un tratamiento que integre psicoterapia y medicamentos suele estar especialmente indicado en casos de mayor cronicidad o resistencia a un solo tipo de tratamiento.

En cualquier caso, nuestro asesor recomienda a Antonia que siempre que aparezcan síntomas relacionados con modificaciones en el estado de ánimo es recomendable consultar con un médico o profesional de la salud psicológica.

Antonia queda muy satisfecha con la información facilitada por el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE sobre la distimia, por lo que volverá a utilizar esta ventaja siempre que tenga alguna duda.

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