El bullying es un comportamiento agresivo y no deseado entre niños y adolescentes que se repite en el tiempo. Sus consecuencias pueden determinar problemas graves y duraderos, tanto en los niños acosados como en los acosadores a corto, medio y largo plazo.
El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.
Publicado noviembre 2024
Alicia, Socia del Club MAPFRE, tiene un hijo que está acabando la Educación Primaria y es consciente de que ha habido conflictos en la escuela relacionados con el bullying o acoso escolar. No tiene muy claro el modo de abordar este tema con su hijo. Aprovechando que pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE, ha decidido consultar con nuestro Asesor en Bienestar especialista en Psicología infantil para consultarle sobre los signos que pueden alertar sobre una situación de bullying escolar.
El asesor le explica que los motivos que están detrás de la aparición de los casos de bullying son múltiples y, en ocasiones, complejos. Lo que lleva a un entorno social a establecer unos roles de violencia específicos y que estos se desarrollen y perseveren requiere de la interacción de múltiples factores y agentes. Establecer mecanismos de prevención e identificación temprana de casos de acoso escolar son fundamentales para crear un ambiente seguro y saludable para los niños en el entorno educativo. A continuación, el Asesor le da algunas de las claves para identificar y prevenir el bullying en la escuela.
- ¿Qué es?
- Indicios
- Prevención
Qué es el bullying
El bullying o acoso escolar es el comportamiento violento o agresivo dirigido hacia una víctima indefensa. Los ataques suelen ser prolongados en el tiempo, tienen la intención de ocasionar daño y ocurren sin existir una provocación previa.
Según los datos de Naciones Unidas, un tercio de los niños de todo el mundo padece acoso y violencia en la escuela. Si bien no se conocen con precisión las tasas reales en los centros educativos españoles, el Ministerio de Educación señala que el 9,53% del alumnado de Primaria indica haber sufrido bullying.
Los tipos de bullying pueden incluir agresiones de diferente índole:
- Verbales, incluyendo burlas, insultos, amenazas y gritos.
- Físicas, incluyendo patadas, empujones, etc.
- Psicológicas, incluyendo intimidación y amenazas.
- Sociales, como actos de exclusión y marginación.
Los colegios de primaria son el lugar donde más bullying escolar se produce. Sin embargo, desde hace unos años, Internet ha irrumpido como nuevo escenario para el acoso. Esto da lugar al llamado ciberacoso o ciberbullying, en el que las redes sociales constituyen las herramientas y escenarios en los que se produce el acoso. Por este motivo, la seguridad en Internet se ha convertido en una prioridad para muchos padres.
Las consecuencias del bullying o de estar sometido a acoso pueden ser la aparición de problemas de adaptación, soledad, ansiedad, baja autoestima, síntomas psicosomáticos y aparición de depresión, también en etapas posteriores y en la edad adulta.
Por otro lado, las consecuencias no solo se circunscriben a las víctimas del acoso. El resto de los alumnos implicados en una situación de esta naturaleza ya sea el acosador o los espectadores, presentan un mayor riesgo de sufrir desajustes psicosociales y trastornos psicológicos durante la adolescencia y la etapa adulta.
Cuando tiene lugar una situación de acoso escolar, la detección temprana es trascendental. Las medidas que se tomen deben implicar a toda la comunidad educativa, involucrar a todos los alumnos y respetar y proteger el interés de los menores, incluyendo al acosado y al acosador. Dado que el bullying es un fenómeno social, es imprescindible tener en cuenta la dimensión grupal a la hora de planificar la intervención.
Asimismo, el rol que en este ámbito puede desempeñar la familia es muy importante. Una vez que se ha detectado un posible caso de bullying, la manera óptima de abordar el problema en la familia es mediante la comunicación y la muestra de confianza por parte de los padres.
Si se sospecha de un caso de acoso escolar hay que intentar establecer un diálogo sincero con el niño o adolescente afectado. Escuchar sin juzgar y mostrar todo el apoyo e interés por lo que está sucediendo, y por cómo se siente al respecto. No hay que minimizar ni quitar importancia a su relato, ni tampoco culpabilizarlo por su actitud y por lo que está sucediendo.
Pedir ayuda a un terapeuta también puede estar indicado. También puede ser positivo recurrir a asociaciones contra el bullying que defienden los derechos de las víctimas en situaciones de acoso.
Cómo identificar el bullying
En la mayoría de los casos, los niños o adolescentes víctimas de bullying no van a hacer referencia alguna al acoso que están sufriendo, por lo que los padres deben estar atentos a posibles signos que pueden indicar que algo no funciona bien e identificar el bullying:
- Cambios bruscos en el comportamiento. Un cambio notable en la actitud de un niño, como volverse más reservado, ansioso o agresivo, puede ser un indicativo de que está experimentando acoso.
- Bajada en el rendimiento escolar. Dificultades académicas repentinas o pérdida de interés en la escuela pueden ser señales de que un niño puede estar sufriendo algún tipo de acoso.
- Aislamiento social. Si un niño comienza a aislarse de sus amigos o a no querer participar en sus actividades sociales, esto podría sugerir que está siendo excluido o acosado por sus compañeros.
- Falta de comunicación. El niño rehúye el tema sobre lo que pasa en las aulas.
- Cambios en hábitos de sueño y alimentación. Alteraciones en el patrón de sueño o cambios significativos en el apetito pueden ser indicadores de estrés emocional relacionado con el bullying.
- Síntomas físicos. Quejas frecuentes de dolores de cabeza, estómago o que se muestre reacio a ir a la escuela sin una razón médica aparente. Su material escolar o la ropa aparecen rotos, o presenta signos de violencia física.
- Reacciones emocionales desproporcionadas. El llanto, las reacciones exageradas ante situaciones que antes no le afectaban o los pensamientos negativos pueden ser una señal de angustia interna.
De igual modo, existen algunos signos que pueden ayudar a identificar a un adolescente o niño acosador:
- Se muestra agresivo en casa o fuera de ella.
- Es reservado en exceso, lo que hace muy difícil el trato personal con él.
- Se le identifican objetos que no son suyos, de procedencia desconocida.
- Se le detectan mentiras de forma habitual.
- No expresa remordimiento cuando hace daño.
- Ciertos compañeros se mantienen silenciosos en su presencia o incluso le rehúyen.
- Acostumbra a echar la culpa a otros de su mala conducta.
Cómo prevenir el bullying
La prevención del bullying debe plantearse como un reto educativo en los diferentes ámbitos y escenarios que pueden afectar al desarrollo y evolución del niño y el adolescente. Además de en el ámbito escolar, se deberían fomentar los valores y las conductas responsables en el ámbito de Internet y las redes sociales, para lograr comportamientos digitales seguros, responsables y éticos.
Algunas actuaciones que se podrían llevar a cabo al plantearse cómo prevenir el bullying incluyen:
- Educación y concienciación. Realizar programas educativos que informen a estudiantes, docentes y padres sobre qué es el bullying, sus consecuencias y cómo prevenirlo. Esto incluye la formación en habilidades socioemocionales.
- Políticas escolares claras. Establecer políticas contra el acoso escolar que sean claras y bien comunicadas a toda la comunidad escolar. Estas políticas deben incluir protocolos de intervención y sanciones para quienes participen en el bullying.
- Fomentar un clima escolar positivo. Promover valores de respeto, inclusión y empatía en el aula. Las actividades que fortalezcan el sentido de comunidad y pertenencia pueden reducir la incidencia del bullying.
- Intervención temprana. Implementar sistemas de monitorización y evaluación para identificar comportamientos de riesgo y proporcionar apoyo a los estudiantes que puedan estar en situaciones vulnerables.
- Capacitación de docentes. Ofrecer formación a los educadores sobre cómo reconocer y abordar situaciones de acoso, así como técnicas de mediación y resolución de conflictos.
- Involucrar a las familias. Fomentar la comunicación entre la escuela y las familias para que se sientan parte del proceso de prevención y estén atentas a posibles señales de bullying en sus hijos.
Alicia queda satisfecha con toda la información que le ha proporcionado el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE sobre el bullying o acoso escolar, por lo que volverá a utilizar esta ventaja siempre que tenga alguna duda y pedirá cita con un especialista de ser necesario.
Dr. Vicente Marqués
El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.