Descubre algunos consejos sobre cómo mejorar la circulación, evitar problemas circulatorios y mantener una buena salud: practicar ejercicio regular, seguir una dieta rica en frutas y verduras, hidratarte adecuadamente, evitar el tabaco, reducir el consumo de sal o realizar estiramientos para promover la flexibilidad vascular.
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Publicado febrero 2024
Aitana, Socia del Club MAPFRE, tiene un historial familiar de problemas circulatorios y cardiovasculares, por lo que se ha decidido a consultar con nuestro Asesor en Bienestar especialista en Angiología para que le ofrezca información experta sobre cómo cuidar el aparato circulatorio, mejorando la circulación y la salud vascular. Aitana pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE y se aprovecha de todas sus ventajas, incluyendo el asesoramiento de los expertos y asesores.
El asesor le explica que el sistema circulatorio se encarga del transporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos y órganos del cuerpo. Otra de sus funciones es el mantenimiento y estabilización de la temperatura en todas las regiones del organismo. En el correcto funcionamiento del sistema cardiovascular intervienen múltiples factores, tanto ambientales como genéticos. A continuación, le pasa a detallar algunas recomendaciones de cómo mejorar la circulación y cuidar el sistema circulatorio.
- Deterioro y factores
- Síntomas
- Cómo mejorar
Deterioro y factores de una mala circulación
Además de los factores hereditarios, que no son controlables, existen hábitos y comportamientos que pueden ayudar a evitar problemas circulatorios y contribuir directamente en tener una buena circulación. Estos incluyen:
- Alimentación. La alimentación juega un papel esencial en múltiples aspectos de la salud, incluyendo el correcto funcionamiento del sistema cardiovascular. Una dieta saludable debe incluir alimentos para mejorar la circulación como vegetales (verduras, frutas, legumbres, semillas, frutos secos y cereales integrales) y grasas saludables como el omega-3 contenido en el pescado y las semillas. Además, debe estar limitada en alimentos ricos en grasas saturadas (principalmente, alimentos grasos de origen animal, como carnes grasas, embutidos, mantequilla, etc.), azúcares y alimentos hiperprocesados y ricos en sal y aditivos.
- Hidratación. La sangre está compuesta principalmente por agua, de ahí la importancia de la hidratación para la circulación. Beber suficientes líquidos, principalmente agua, contribuirá a un mejor funcionamiento circulatorio.
- Actividad física. La inactividad y el sedentarismo están entre los principales factores de riesgo para una mala salud, especialmente del sistema cardiovascular. Realizar actividad física de forma cotidiana, adaptada a las características del individuo, contribuirá a optimizar el funcionamiento y el estado del sistema cardiovascular. Caminar 30 minutos al día puede determinar mejoras para la salud en comparación con el sedentarismo.
- Otros. Existen otras actuaciones que pueden ser beneficiosas para el sistema vascular y el retorno venoso. Estas incluyen la realización de masajes para reactivar la circulación. Con el fin de mejorar la circulación venosa se pueden realizar duchas frías en un circuito termal, junto con un masaje ascendente en las extremidades inferiores al final del día. También el uso de ropa cómoda y holgada y zapatos sin tacón pueden ser beneficiosos para el retorno venoso.
Factores que provocan problemas circulatorios
El deterioro del sistema circulatorio puede venir propiciado por diversos factores como:
- Una alimentación deficiente. Incluyendo un exceso de alimentos procesados, de origen animal, ricos en grasa saturadas, sal y azúcar. También un consumo elevado de alcohol y un consumo insuficiente de frutas, verduras y grasas saludables puede suponer un grave perjuicio para la circulación sanguínea.
- Consumo de tabaco. Se trata de uno de los factores de riesgo de problemas circulatorios más importantes para el sistema cardiovascular.
- Sobrepeso y obesidad. El exceso de peso puede dificultar el retorno venoso y empeorar la circulación.
- Sedentarismo. La inactividad provoca un peor retorno venoso, propicia los problemas circulatorios en las piernas y un peor funcionamiento de todo el sistema cardiovascular.
- Inmovilidad física. Permanecer mucho tiempo de pie o sentado dificulta el retorno venoso.
- Embarazo. Se trata de una etapa en la mujer en la que se produce un aumento significativo de peso y de líquido que, junto con las modificaciones hormonales, puede provocar una dificultad añadida para el sistema circulatorio. Por ello, hay que intentar llevar un embarazo saludable.
- Los anticonceptivos orales. Su administración puede empeorar el funcionamiento del sistema circulatorio, aumentando incluso el riesgo de formación de trombos.
- El envejecimiento. Produce una degradación de las estructuras vasculares y un deterioro en las funciones del sistema cardiovascular.
- Patologías crónicas. La hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la obesidad pueden tener un impacto negativo sobre la circulación, además de ser factores de riesgo para sufrir eventos cardiovasculares.
Síntomas de una mala circulación
Algunos síntomas de una mala circulación pueden ser los siguientes:
- Sensación de hormigueo que puede deberse a un flujo deficiente de la circulación sanguínea en determinada zona.
- Pesadez, hinchazón y edema. Un mal retorno venoso puede provocar la acumulación de líquido, especialmente en las extremidades inferiores, siendo claros síntomas de mala circulación en las piernas.
- Coloraciones azuladas o negras en las uñas de los pies, dificultad de movimiento y problemas para la cicatrización de heridas. Se trata de síntomas en casos extremos de problemas circulatorios.
- Varices. Aparecen por la debilidad de las paredes venosas, determinando que la sangre se acumule.
- Aparición de arañas vasculares o telangiectasias. Son pequeñas formas ramificadas de color rojizo o azulado debajo de la piel. Aparecen por una mala circulación.
- También pueden ser indicativos de una mala circulación el cansancio y la pesadez en las piernas.
Cómo mejorar la circulación de las piernas y manos
Las extremidades suelen ser las zonas del cuerpo donde se suelen producir problemas circulatorios más habitualmente. Algunos consejos para prevenir los problemas y mejorar la circulación en los pies y las piernas incluyen:
- Evitar la inmovilidad, por ejemplo, permaneciendo de pie o sentados durante largos periodos. Es recomendable hacer movimientos, ejercicios o dar breves paseos de forma periódica para reactivar la circulación.
- Elevar las piernas. En el caso de periodos prolongados sentados o de pie, puede ser beneficioso para promover el retorno venoso. En el caso de pasar largos ratos sentados, puede ser útil un reposapiés.
- Las medias terapéuticas pueden aliviar molestias y la pesadez de las piernas favoreciendo la circulación de las extremidades inferiores.
- El movimiento de las piernas que se produce con la actividad física (natación, correr, caminar, bicicleta, baile, gimnasia, etc.) supone beneficios para la circulación.
- Poner los pies en agua fría al final del día puede ser una manera sencilla y útil de reactivar la circulación de las extremidades inferiores.
- Unos zapatos cómodos y sin tacón pueden ser beneficiosos para la circulación de las piernas y los pies.
- La temperatura elevada dilata las venas y dificulta la circulación. Es importante intentar evitar las fuentes de calor directas a las piernas (uso de braseros, depilación con cera caliente, etc.).
De igual modo, para prevenir la mala circulación y mejorar la circulación de las manos se pueden realizar algunos ejercicios como, por ejemplo:
- Girar las muñecas hacia los dos lados de forma repetida.
- Abrir y cerrar las manos, estirando los dedos.
- Apretar las manos y relajarlas con la ayuda de una pelota blanda.
Asimismo, la práctica de ejercicio contribuirá a mejorar la circulación de todas las zonas del cuerpo. Por último, nuestro asesor aconseja a Aitana que, ante cualquier molestia o problema circulatorio, consulte con el médico especialista.
Aitana queda encantada con toda la información que le ha proporcionado el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE sobre cómo mejorar la circulación, volverá a utilizar esta ventaja siempre que tenga alguna duda y pedirá cita con un especialista de ser necesario.
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