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Publicado julio 2025
¿Tiene mi hijo dislexia?
Judith, Socia del Club MAPFRE, es madre de un hijo pequeño que está en la etapa de aprender a leer y ha notado que tiene una especial dificultad en esta tarea. Tiene claro que cada niño tiene sus tiempos y no todos los niños de la misma edad aprenden de manera homogénea. Aun así, como pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE, ha decidido aprovechar sus beneficios y consultar con nuestro Asesor en Bienestar para que le ofrezca información sobre los posibles problemas de aprendizaje como la dislexia.
Nuestro asesor le explica que la dislexia también es conocida como “discapacidad para la lectura“, y es una consecuencia de las diferencias en las áreas del cerebro encargadas de procesar el lenguaje que pueden presentar las personas. Además de explicarle qué es la dislexia, el asesor le da más información sobre cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento.
- ¿Qué es?
- Síntomas
- Tratamiento
Qué es la dislexia
La dislexia se puede considerar una dificultad específica del aprendizaje de origen neurobiológico. Se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y fluido de palabras, así como por problemas de ortografía y decodificación.
En términos prácticos, los niños con dislexia pueden mostrar un progreso más lento en la lectura, confundir letras similares (como la “b” y la “d”), leer con mucho esfuerzo y cometer errores frecuentes en la escritura. Es importante señalar que no se trata de una falta de motivación ni de un problema visual.
La dislexia tiene una base neurobiológica sólida. El cerebro de una persona con dislexia procesa la información lingüística de manera diferente. En condiciones normales, la lectura activa regiones específicas del hemisferio izquierdo, particularmente la circunvolución angular, el área de Broca y la región occipitotemporal. En personas con dislexia, se observa una menor activación en estas áreas y una mayor dependencia de otras regiones, como el hemisferio derecho o zonas frontales, lo que refleja un patrón de compensación.
La dislexia presenta un importante componente genético. De este modo, los antecedentes familiares son un factor de riesgo significativo, habiéndose identificado varios genes relacionados con el desarrollo de la dislexia.
Síntomas de la dislexia y diagnóstico
Los síntomas de la dislexia pueden manifestarse de manera diferente a lo largo del desarrollo del niño y en etapas posteriores:
- Etapa preescolar (3-5 años): dificultades para rimar, aprender el alfabeto, reconocer sonidos iniciales en palabras y problemas para recordar nombres de letras o colores.
- Educación primaria (6-11 años): lentitud al aprender a leer, inversión de letras, omisión de palabras, errores ortográficos inusuales y evitación de tareas de lectura.
- Educación secundaria y superior: lectura lenta, pobre comprensión lectora, dificultad para organizar ideas por escrito, y una gran discrepancia entre la capacidad oral y escrita.
- Edad adulta: necesitar mucho tiempo para realizar tareas que implican leer o escribir, dificultad para resumir una historia, problemas para aprender idiomas, y dificultad para entender problemas matemáticos.
El diagnóstico de dislexia debe ser realizado por un equipo multidisciplinar, incluyendo psicopedagogos, neuropsicólogos y especialistas en lenguaje o logopedas. No existe una sola prueba que confirme la dislexia, sino que se utilizan baterías de evaluación que exploran la conciencia fonológica, la decodificación, la memoria de trabajo verbal, la velocidad de procesamiento y la comprensión lectora. Es importante considerar también el historial académico, familiar y los factores emocionales del niño.
Tratamiento de la dislexia
No existe ninguna forma en la actualidad de corregir las singularidades cerebrales subyacentes que causa la dislexia. Sin embargo, la detección y evaluación precoces pueden ayudar a identificar las necesidades específicas y el tipo de intervención más adecuado para mejorar los resultados y ayudar a los niños a ser lectores capaces.
Las intervenciones más efectivas para la dislexia son aquellas que se basan en enfoques estructurados, explícitos y sistemáticos de enseñanza de la lectura. Además, la intervención temprana es clave. El apoyo durante los primeros años de escolarización puede mitigar significativamente las dificultades lectoras y mejorar el pronóstico académico a largo plazo.
Las intervenciones terapéuticas se centran en ayudar al niño con dislexia a conseguir diferentes logros:
- Aprender a reconocer los fonemas (sonidos cortos que componen las palabras).
- Entender que las letras y las cadenas de letras sirven para representar los sonidos.
- Entender la lectura.
- Leer en voz alta, lo que ayuda a desarrollar precisión, velocidad y fluidez en la lectura.
- Incrementar el vocabulario a partir de palabras que se reconocen y comprenden.
Más allá del enfoque cognitivo, es fundamental reconocer el impacto emocional de la dislexia. Muchos niños con dislexia desarrollan baja autoestima, ansiedad escolar y frustración, especialmente cuando no se comprenden sus dificultades. El rol de la familia y del entorno educativo es esencial para proporcionar un clima de apoyo y aceptación, y evitar problemas escolares a futuro como el bullying. Los ajustes razonables, como tiempo adicional en exámenes, formatos alternativos de evaluación y el uso de tecnología son fundamentales para garantizar la inclusión del estudiante con dislexia.
Es importante destacar que la dislexia no es sinónimo de incapacidad. Muchas personas con dislexia muestran fortalezas notables en pensamiento visual, creatividad, resolución de problemas y razonamiento espacial.
Este enfoque de “neurodiversidad” propone ver la dislexia no solo como una dificultad, sino como una forma diferente de procesar el mundo, que puede ser una ventaja en ciertos contextos si se brindan los apoyos adecuados. Muchas personas con dislexia son creativas y pueden desarrollar un gran talento en áreas como las matemáticas, otros ámbitos científicos o artísticos, incluyendo la creación literaria, la escritura o los hobbies creativos.
Judith queda muy satisfecha con toda la información que le ha proporcionado el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE sobre la dislexia, por lo que volverá a utilizar esta ventaja siempre que tenga alguna duda.
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