Practicar actividad física regularmente durante la infancia es beneficioso para el desarrollo físico, la salud general y el bienestar psicológico de los niños. Para iniciarse en el deporte para niños, una buena opción puede ser una actividad como el yoga para niños, que se puede practicar en familia y a cualquier edad.
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Publicado marzo 2024
Alicia y Roberto, Socio del Club MAPFRE, son padres de dos niños de 4 y 6 años. Los quieren iniciar en la práctica deportiva para inculcarles la importancia de mantener unos hábitos saludables. No tienen muy claro cuál puede ser la mejor manera de que comiencen con el deporte, por lo que se han decidido a consultar con nuestro Asesor en Bienestar para que les ofrezca información experta sobre qué deportes para niños son los más adecuados para iniciarse en la actividad física en la etapa infantil. Alicia y Roberto aprovechan las ventajas de pertenecer al Plan de Fidelización de MAPFRE que incluye el asesoramiento de todos los expertos y asesores.
El Asesor les explica que son muchas las opciones para comenzar a practicar deporte siendo niños. Una buena alternativa podría ser iniciarse en una actividad que pudiera practicar toda la familia como, por ejemplo, el yoga. Además, les detalla todos los beneficios del deporte en la etapa infantil y otras muchas cuestiones de interés.
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Beneficios del deporte para niños
La práctica regular de actividad física durante la infancia no solo es beneficiosa para el desarrollo físico, sino que también desempeña un papel crucial en la salud general y el bienestar psicológico de los niños. Numerosos estudios científicos respaldan la idea de que la participación en actividades deportivas contribuye positivamente al crecimiento, el desarrollo muscular y óseo, así como a la salud mental y social de los niños.
Las recomendaciones señalan que los niños deben realizar al menos 60 minutos de actividad física de moderada a intensa la mayoría de los días de la semana. Además, es fundamental adaptar las actividades al nivel de desarrollo de cada niño y fomentar la diversidad de deportes para promover habilidades motoras variadas.
Prevención de la obesidad
Otro de los beneficios de la actividad física en niños es que su práctica regular puede contribuir a mantener un peso saludable al aumentar el gasto calórico y promover unos buenos hábitos de alimentación asociados. Además, el ejercicio regular reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, proporcionando una base sólida para un estilo de vida saludable en la edad adulta.
Desarrollo motor y habilidades cognitivas
La práctica de deportes para niños potencia el desarrollo motor y las habilidades cognitivas en esta etapa vital. La coordinación, el equilibrio y la destreza mejoran significativamente a través de la participación deportiva. Además, los niños activos suelen tener un rendimiento académico superior, ya que la participación en alguna disciplina deportiva mejora la concentración y la función cognitiva.
Socialización y bienestar psicológico
El componente psicosocial del deporte es esencial para el desarrollo emocional y social de los niños. La participación en deportes para niños de equipo fomenta la cooperación, la tolerancia y el trabajo en equipo. Además, el ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés y promueve la salud psicológica. Estos beneficios del deporte para niños no solo son cruciales durante la infancia, sino que también sientan las bases para tener una buena salud mental a lo largo de la vida.
Yoga para niños en familia
La Organización Mundial de la Salud define el yoga como una herramienta valiosa para aumentar la actividad física y prevenir enfermedades. Una de las ventajas del yoga es que se trata de una disciplina que se puede practicar tanto en un gimnasio como en casa.
El yoga es un tipo de actividad que combina el control del cuerpo y de la mente. Esta disciplina tiene su origen en una tradición de la India. Su objetivo es alcanzar el bienestar físico y mental a través de una serie de posturas corporales o asanas que fortalecen y dan flexibilidad, además de incluir ejercicios de respiración, meditación y concentración mental.
No hay una edad ideal para la práctica del yoga: pueden disfrutarlo desde los niños hasta las personas mayores. Una forma de practicarlo es junto a toda la familia. En este caso, la actividad corporal no solo permite dar fuerza y flexibilidad al cuerpo, sino que puede ayudar a fortalecer el vínculo afectivo y la comunicación entre padres e hijos. De este modo, practicando yoga para niños en familia se favorece la armonía, el equilibrio y la unión de todos sus miembros.
Existen asanas para todos los niveles, en las que siempre es importante observar las reacciones del cuerpo. Otro elemento fundamental dentro de la práctica del yoga para niños y adultos es la respiración: el objetivo es poder respirar lenta y profundamente, acompasándola con las posturas.
Estas son algunas posturas de yoga para niños que pueden practicarse en familia:
- El loto o padmasana. Sentado con las piernas entrelazadas y dejando los brazos paralelos a las piernas. Se trata de la imagen más típica del yoga, en la que la relajación mental y la meditación se pueden desarrollar con facilidad.
- La cobra. Tendido boca abajo, hay que levantar el tronco apoyando las palmas de las manos en el suelo, dejando las piernas extendidas en el suelo.
- La sumisión. Situarse de rodillas dejando caer el peso del cuerpo sobre los talones, a la vez que inclinamos el tronco hacia adelante. Tocar con la cabeza en el suelo.
Beneficios del yoga en familia
Practicar yoga en familia puede determinar beneficios que incluyen:
- Fomentar la creatividad y espontaneidad.
- Entretener, siendo una forma de juego que ayuda a trabajar la paciencia y la atención, especialmente, en los más pequeños o en niños hiperactivos.
- Fomentar la comunicación emocional.
- Potenciar la armonía familiar y ayudar a enfrentarse a situaciones de estrés.
- Trabajar la coordinación y la sincronización.
- Trabajar la respiración, la concentración y la memoria.
- Trabajar la fuerza, la flexibilidad, la agilidad y el equilibrio.
En una sesión de yoga en familia se debe dar prioridad a fortalecer el vínculo y la comunicación entre padres e hijos, por lo que los asanas se adaptarán a las diferentes edades y niveles. Además, para comenzar a practicarlo solo se necesita un espacio despejado, unas cuantas esterillas en el suelo y vestirse con ropa cómoda que permita amplios movimientos. En definitiva, practicar yoga en familia es un plan perfecto para hacer con niños en cualquier época del año.
Alicia y Roberto quedan muy contentos con la información facilitada y tienen claro que siempre que tengan alguna duda consultarán con el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE.
Dr. César Miranda
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