La alimentación sostenible se posiciona como una solución crucial para cuidar nuestra salud y el planeta. Descubre cómo adoptar prácticas más sostenibles en la producción y consumo de alimentos pueden asegurar nuestra seguridad alimentaria y preservar recursos naturales para las generaciones futuras.
El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.
Publicado mayo 2024
Blanca, Socia del Club MAPFRE, y su familia procuran llevar una alimentación variada, nutritiva y sana. También le importa que esta alimentación sea sostenible y respetuosa con el entorno, aunque no tiene claro cuáles son los puntos clave relacionados con este asunto. Por ello, Blanca ha decidido a consultar con nuestro Asesor en Bienestar especialista en Alimentación y Sostenibilidad para que le ofrezca información experta sobre la mejor forma de llevar una alimentación sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Blanca pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE y se aprovecha de todas sus ventajas, incluyendo el asesoramiento de los expertos y asesores.
El asesor le explica que en el mundo son evidentes los efectos de la sobreexplotación y las actitudes poco respetuosas con el entorno, la naturaleza y los recursos naturales. Por este motivo, se hace necesario la adopción de prácticas más sostenibles en todos los ámbitos de la vida, también en el alimentario, que permitan garantizar los recursos y la seguridad alimentaria a largo plazo. Además, de contarle qué es la alimentación sostenible, el Asesor le detalla las cuestiones prácticas que es necesario conocer para llevar una alimentación más saludable y sostenible.
- ¿Qué es?
- LLevar a cabo
- Reto
Qué es la alimentación sostenible
La alimentación sostenible es un tipo de alimentación que durante su proceso de producción tiene un bajo impacto ambiental, satisfaciendo las necesidades alimentarias y nutricionales de las personas, generando un impacto reducido sobre el medio ambiente.
La FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) define las dietas sostenibles como patrones alimentarios que tienen en común una serie de características, entre las que destacan:
- Son dietas saludables.
- Determinan una baja presión e impacto sobre el medio ambiente.
- Son accesibles, asequibles económicamente, seguras y equitativas. Están adaptadas a cada entorno en función de las características culturales e individuales.
- Contribuyen a la preservación de la biodiversidad y la salud del planeta.
Además, desde el punto de vista de la nutrición y la salud, una dieta sostenible es capaz de:
- Lograr un crecimiento y desarrollo óptimo de todos los individuos y promover el funcionamiento y el bienestar físico, mental y social en todas las etapas de la vida. Por ello se trata de dietas equilibradas y completas que incluyen una gran variedad de alimentos, con predominio de los vegetales.
- Contribuir a la prevención de la malnutrición en todas sus formas, incluyendo la desnutrición, la deficiencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad.
- Reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación.
En definitiva, cuando hablamos de qué significa que una alimentación es saludable y sostenible nos referimos a un tipo de comida con bajo impacto ambiental, que prioriza los alimentos poco procesados, locales y de temporada, garantizando la soberanía y seguridad alimentaria de las personas que la promueven, pero también de las que están por venir. La alimentación sostenible es por definición saludable, solidaria y justa.
Cómo hacer nuestra alimentación más sostenible
Existen determinadas actuaciones realistas que pueden contribuir a que nuestra alimentación tenga un menor impacto en el entorno y contribuya a una mayor sostenibilidad. He aquí algunas cuestiones para tener en cuenta para adoptar una alimentación sostenible:
Reducir el desperdicio de alimentos
El desperdicio de alimentos es una de las principales preocupaciones en términos de sostenibilidad alimentaria. Según la FAO, aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdicia. Como ejemplo, en el año 2021 se desperdiciaron 1.250 millones de kilos de alimentos en España, descartándose como basura por parte de los consumidores. Esto supuso un desperdicio per cápita cercano a los 30 kilogramos, una cifra ligeramente inferior a la de años anteriores.
Para reducir más estos números se pueden tomar medidas como planificar bien las compras, almacenar y conservar los alimentos adecuadamente, y aprovechar las sobras en nuevas preparaciones. Además, los gobiernos y las empresas deberían ser los responsables de implementar políticas y programas para minimizar el desperdicio de alimentos a nivel global.
Adoptar una dieta basada en vegetales
La adopción de una dieta basada en alimentos vegetales es clave para conseguir una alimentación saludable y sostenible. Consumir menos productos de origen animal reduce la presión sobre los recursos naturales, disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero y previene la deforestación asociada a la ganadería. Diversidad de estudios científicos respaldan los beneficios de una alimentación basada en alimentos vegetales para la salud y el medio ambiente. Reducir el consumo de productos de origen animal también podría ser fundamental para mitigar los efectos del cambio climático.
Priorizar los alimentos locales y de temporada
El transporte de alimentos a larga distancia contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Al elegir alimentos locales y de temporada, podemos reducir la huella de carbono asociada con la producción y distribución de alimentos. Optar por alimentos producidos en nuestra región apoya a los agricultores locales y promueve la biodiversidad. Además, los alimentos de temporada suelen ser más frescos, nutritivos y económicos.
Fomentar la agroecología y la agricultura regenerativa
La agroecología y la agricultura regenerativa son enfoques basados en la sostenibilidad que promueven la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad. Estas prácticas agrícolas se centran en la gestión del suelo, el uso eficiente del agua, la diversificación de cultivos y la reducción del uso de agroquímicos. Numerosos estudios científicos han demostrado que la agroecología y la agricultura regenerativa pueden aumentar la productividad agrícola a largo plazo y reducir la dependencia de insumos externos dañinos para el medio ambiente.
Alimentación sostenible, un reto que concierne a todos
En el contexto actual se hace necesario orientar la alimentación, en todos sus niveles de producción y consumo, hacia prácticas más sostenibles y responsables. De este modo, se debe dar respuesta a las preocupaciones que el sector alimentario genera en relación con su impacto sobre la salud y el medio ambiente, teniendo en cuenta un enfoque ecológico y social.
Adoptar una alimentación más sostenible es esencial para garantizar un futuro saludable para nosotros y las generaciones venideras. Esto se puede llevar a cabo mediante acciones relativamente sencillas, incluyendo:
- La reducción del desperdicio de alimentos.
- La implementación de dietas basadas en alimentos vegetales.
- La priorización de alimentos locales y de temporada.
- El fomento de la agroecología, la agricultura regenerativa o los huertos urbanos.
Por otro lado, es evidente que la transición hacia una alimentación sostenible no solo depende de las acciones individuales de los ciudadanos, sino que requiere de la actuación decidida de los gobiernos e instituciones públicas y de la participación de todos los sectores implicados, incluyendo a la industria alimentaria y el sector agropecuario.
Finalmente, es fundamental promover la investigación científica en el campo de la sostenibilidad y establecer políticas basadas en la evidencia para impulsar cambios positivos en nuestros sistemas alimentarios.
A medida que los esfuerzos de todos vayan enfocados a realizar elecciones conscientes que promuevan cambios en nuestros sistemas productivos y alimentarios, podemos contribuir significativamente a la construcción de un futuro sostenible y saludable para todos, también para las generaciones venideras.
Blanca queda encantada con toda la información que le ha proporcionado el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE sobre la alimentación sostenible, por lo que volverá a utilizar esta ventaja siempre que tenga alguna duda y pedirá cita con un especialista de ser necesario.
Dr. Ricardo Fernández
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