detalle manos comparativa azúcar y sacarina
Asesor en Bienestar

Edulcorantes artificiales frente al azúcar

Los edulcorantes artificiales surgieron como alternativa para sustituir al azúcar, ofreciendo pocas o ninguna caloría, pero en torno a ellos existen ciertas dudas sobre su seguridad. Te contamos qué tipos de edulcorantes artificiales existen y si es seguro incluirlos en tu dieta.

El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.

Publicado mayo 2023

Iker, Socio del Club MAPFRE, lleva un tiempo preocupado por comer de forma más saludable, quiere mejorar su dieta y la de su familia. Es consciente de que el exceso de azúcares en la alimentación tiene efectos negativos para la salud, pero desconoce si los edulcorantes artificiales son una alternativa al azúcar recomendable.

Por ello se ha decidido a consultar con nuestro Asesor en Bienestar para que le ofrezca información cualificada sobre los edulcorantes y otras opciones más saludables que el azúcar.

Iker pertenece al Plan de Fidelización de MAPFRE desde hace tiempo y se beneficia de todas sus ventajas, incluyendo las recomendaciones de asesores médicos. La asesora le explica que los edulcorantes artificiales permitidos para su comercialización e inclusión como ingrediente en los alimentos son seguros, si bien no se recomienda un consumo muy elevado de ellos. Además, le ofrece más información útil sobre los edulcorantes y la salud.

  • Azúcar
  • Edulcorantes artificiales
  • Clasificación
  • ¿Son seguros?

Azúcar en la dieta

El azúcar es un tipo de hidrato de carbono simple que aparece de forma natural en muchos alimentos como la fruta y la leche. Además, el azúcar de mesa, azúcar blanco o sacarosa es un tipo de azúcar que se extrae de la caña o la remolacha como ingrediente para añadir a otros alimentos, pasteles, bebidas, etc.

Sin embargo, el catálogo de azúcares que se pueden encontrar en los alimentos −ya sea de forma natural o añadida− es mucho más amplio. De este modo, además de la sacarosa se puede encontrar azúcar moreno, glucosa, fructosa, miel, melaza, jarabes, lactosa, galactosa, dextrosa, dextrina, azúcar invertido y maltosa, entre otros. Todos ellos son azúcares y todos son dulces.

A diferencia de los azúcares, los hidratos de carbono complejos están constituidos mayoritariamente por largas cadenas de moléculas de glucosa como las del almidón que se encuentran en los cereales, las patatas o las legumbres.

Las recomendaciones actuales sobre el consumo de azúcar en la dieta tienen en cuenta el impacto metabólico negativo de un exceso de azúcar en la dieta y su relación con enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico. Además, su consumo también se relaciona con un aumento de caries. De este modo, la Organización Mundial de la Salud recomienda que el azúcar no supere el 10 % del total de calorías de la dieta (50 g como máximo al día en una dieta de 2.000 calorías). Incluso se señalan beneficios adicionales de no sobrepasar el 5 % (25 g de azúcar). Sin embargo, en una dieta estándar estas cantidades se suelen superar de manera holgada.

Los carbohidratos de la dieta simples y complejos van a determinar que aumenten los niveles de glucosa en sangre. Si los alimentos ricos en carbohidratos no están refinados su aporte de nutrientes es mayor y la absorción de carbohidratos en el organismo se producirá de manera más progresiva.

Por el contrario, el consumo de alimentos refinados y de azúcar determinará su rápida absorción con un veloz aumento de los niveles de glucosa en sangre y un gran impacto metabólico. De este modo, el consumo continuado de azúcar en la dieta determinará mayores niveles de insulina y una mayor conversión del azúcar en grasa que se acumulará en el tejido adiposo. Esto se traduce en un mayor riesgo cardiovascular, entre otros efectos adversos. De este modo, los estudios que comparan la sustitución de grasa saturada de la dieta por azúcares o alimentos refinados no observan que se disminuya este riesgo.

Edulcorantes artificiales para reducir el consumo de azúcar

El azúcar es un ingrediente que aparece en multitud de alimentos procesados, por lo que la reducción de su consumo es compleja. Además de reducir el consumo directo de azúcar (café, infusiones, etc.), es necesario reducir el azúcar añadido en alimentos como bollería, dulces, galletas, salsas, mayonesas, alimentos precocinados, pan de molde, bebidas, etc.

Frente a la limitación en el consumo de azúcar promovida por las instituciones sanitarias, la industria alimentaria ha venido utilizando diferentes alternativas para producir alimentos dulces con una mayor aceptación. Los edulcorantes artificiales, edulcorantes intensos o edulcorantes acalóricos son un tipo de aditivo alimentario que endulzan, pero cuyos efectos sobre el organismo son diferentes de los del azúcar.

Los edulcorantes presentan, en general, un poder para endulzar muy superior al del azúcar y un aporte de calorías muy bajo.

 

Clasificación de los edulcorantes

Además del azúcar, en los alimentos se pueden encontrar edulcorantes como los polialcoholes y los edulcorantes sin calorías o intensos.

Polialcoholes o azúcares alcohol

Su origen es natural, aunque aparecen en los alimentos añadidos como aditivos. Presentan un contenido calórico inferior que la sacarosa. Se utilizan sobre todo en caramelos y chicles. Su principal efecto adverso es el efecto laxante tras un consumo elevado. No provocan caries.

Entre ellos se incluyen:

  • Sorbitol (E-420).
  • Manitol (E-421).
  • Maltitol (E-965).
  • Lactitol (E-966).
  • Xilitol (E-967).
  • Eritritol (E-968).

Edulcorantes sin calorías

Se trata de edulcorantes con una capacidad endulzante muy superior al azúcar y que apenas aportan calorías. También son aditivos.

Estevia (E-960)

Los glucósidos de esteviol son las sustancias naturales que le otorgan el poder edulcorante (200 veces más dulce que el azúcar) y que se extraen de la planta de la estevia. Resisten al calor, tiene alta solubilidad y no aporta calorías. Presenta una ingesta diaria admisible (IDA) de 4 mg/kg de peso corporal.

Aspartamo (E-951)

Aunque se degrada a altas temperaturas y no se puede presentar en forma líquida, se trata del edulcorante artificial más utilizado por la industria. Es 200 veces más dulce que el azúcar. Las personas con fenilcetonuria, un trastorno metabólico, no pueden tomarlo y su IDA es de 40 mg/kg de peso corporal.

Sacarina (E-954)

Es el edulcorante artificial más antiguo, descubierto hace 150 años. No tiene calorías y es 400 veces más dulce que el azúcar. Soporta bien el calor y se puede presentar en forma líquida. Su IDA es de 5 mg/ kg de peso corporal.

Sucralosa (E-955)

Se trata de un edulcorante acalórico que multiplica por 600 el poder edulcorante del azúcar. Su IDA es de 15 mg/kg de peso corporal.

Acesulfamo K (E-950)

Es acalórico y es 200 veces más dulce que el azúcar. Suele aparecer en combinación con otros edulcorantes como la sucralosa y el aspartamo, al que disminuye su regusto amargo. IDA: 9 mg/kg de peso corporal.

¿Son seguros para la salud los edulcorantes artificiales?

Los edulcorantes, especialmente los artificiales, están siendo incorporados a la dieta moderna de manera importante. Aunque nunca han supuesto un claro riesgo para la salud, los efectos de su consumo han planteado algunas dudas que deberán ser despejadas en el futuro.

Los datos de investigaciones tanto en animales como en humanos sugieren que los efectos de los edulcorantes artificiales pueden propiciar cambios en la flora intestinal, disminuir la saciedad y alterar el metabolismo de la glucosa, lo que llevaría a un incremento en la ingesta calórica y al aumento de peso, efectos que, en principio, pretenden evitar.

Los estudios llevados a cabo sobre el consumo de azúcar frente a edulcorantes no son muy aclaratorios. Es el caso de la comparación del consumo de bebidas refrescantes con azúcar o con edulcorantes. En ambos casos, se observa un aumento de la mortalidad por todas las causas en comparación con las personas que no los toman.

En cuanto a la relación del consumo de edulcorantes y el cáncer, los últimos estudios observacionales con grandes muestras de población señalan un mayor riesgo de cáncer global de los mayores consumidores de edulcorantes frente a los no consumidores, especialmente en el caso del aspartamo y acesulfamo-K. La principal limitación de estos estudios es que no pueden establecer relaciones causales.

En definitiva, no hay duda de que la reducción en el consumo de azúcares es beneficiosa. Sin embargo, no está tan claro si la sustitución de azúcares por edulcorantes artificiales en los alimentos y bebidas contribuye a esa reducción y además es segura. En cualquier caso, parece claro que tanto el azúcar como los edulcorantes reclaman moderación en su consumo a la hora de mejorar la alimentación para toda la familia.

Iker queda muy satisfecho con la información facilitada y tiene claro que siempre que tenga alguna duda consultará con un Asesor en Bienestar del Club MAPFRE y pedirá cita con un especialista.

El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.

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