En verano nuestros hábitos alimentarios suelen verse alterados por los desajustes de horarios al estar fuera de casa, etc. Si es tu caso y quieres retomar la organización y las rutinas de alimentación sanas, te contamos todo necesario para una vuelta del verano más saludable.
El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.
Publicado septiembre 2022
Adela y Mario, Socio del Club MAPFRE, son padres de familia y saben de la importancia de la alimentación para el bienestar de sus hijos. Tras un verano en el que su dieta ha sido bastante desordenada y han perdido en cierta medidas la costumbre de comer sano, desean volver a una alimentación saludable en la que no haya carencias ni desequilibrios, por eso se han decidido a consultar con el Asesor en Bienestar para que le ofrezca información experta sobre alimentación en la época que ahora comienza, con la vuelta al cole y a la oficina.
El asesor que les atiende les explica que los alimentos son nuestra gasolina, los necesitamos para tener energía y realizar todas las funciones diarias, por eso, todo aquello que comemos tiene un impacto directo sobre la salud de la familia y todos sus miembros se pueden beneficiar al comer de manera saludable, equilibrada y suficiente. Además, el Asesor les expone otras informaciones de interés sobre alimentación saludable.
- Bases
- Características
- Recomendaciones
Las bases de una buena alimentación para toda la familia
Para tener una buena alimentación es recomendable una alta ingesta de verduras, hortalizas, frutas y legumbres. Así como sustituir el consumo de productos refinados por integrales, como el pan, la pasta o el arroz integral. Es preferible escoger aquellos alimentos que sean de temporada y proximidad, ya que son más sostenibles, generan menos huella de carbono, son más baratos y tienen mejor sabor. Asimismo, es fundamental beber suficiente agua y priorizarla frente a otras bebidas, minimizando el consumo de alcohol y refrescos azucarados.
Por último, es importante disminuir el consumo de alimentos con azúcares añadidos, carnes rojas, carnes procesadas y productos ultraprocesados en general.
Características especiales de la alimentación en verano
En esta época del año hay varios factores que pueden alterar nuestra ingesta de alimentos. Por ejemplo, las altas temperaturas, que pueden disminuir la sensación de hambre en algunas personas, especialmente en adultos mayores y niños. Por ello, debemos evitar comer por debajo de nuestras necesidades. La sensación de sed, en cambio, suele incrementar con el calor, ya que aumentan las pérdidas de líquido a través del sudor. Beber suficiente agua y comer alimentos con alto porcentaje líquido (como frutas, verduras y hortalizas) ayuda a alcanzar nuestras necesidades hídricas durante la época estival. Otro aspecto a tener en cuenta es el desajuste en los horarios de nuestras actividades diarias.
A menudo, el verano invita a flexibilizar las rutinas, aplazando la hora de ir a dormir, comiendo a deshoras, etc. Esto puede tener un impacto tanto en la cantidad de comida ingerida a lo largo del día como en el tipo de alimentos que escogemos. Además, viajar o cambiar de residencia también influye en nuestra alimentación y nos obliga a adaptarnos a nuevos sabores, preparaciones y horarios. Por ello, es típico experimentar alteraciones en los niveles de energía corporal, así como en el hábito deposicional.
Recomendaciones para toda la familia
Para cuidar de la alimentación es recomendable seguir una serie de consejos:
- Mantener unos horarios regulares de comidas, de sueño, e incluso, de ejercicio.
- Beber suficiente agua. Para darle un toque de sabor, podemos infusionarla con plantas aromáticas (menta, albahaca, etc.), frutas (frutos rojos, limón, naranja, etc.) o verduras (pepino, apio, etc.).
- Escoger frutas y verduras de temporada. Por ejemplo, tomate, pepino, rábano, melocotón, pera, etc.
- Evitar comidas copiosas, priorizar preparaciones sencillas tipo plancha, vapor y salteado. El verano es la época perfecta para aumentar el consumo de verduras y hortalizas crudas, por ejemplo, en ensaladas, sopas frías y gazpachos (priorizar los productos caseros frente a los del supermercado, que han sido pasteurizados y han perdido algunos nutrientes, además de llevar mucha sal). De esa forma aprovechamos al máximo las vitaminas y minerales presentes en los alimentos vegetales.
- Moderar el consumo de helados comerciales, ya que cuentan una composición nutricional poco interesante. Se pueden preparar en casa con frutas congeladas y/o yogur sin azúcar añadido.
- Reducir el consumo de alcohol. En verano y, especialmente, durante las vacaciones, es común aumentar la ingesta de bebidas alcohólicas. Hay suficiente evidencia científica para poder afirmar que el consumo de alcohol tiene un efecto nocivo sobre nuestra salud.
- Añadir a nuestra dieta alimentos ricos en betacarotenos (zanahorias, melocotones, nísperos, albaricoques, nectarinas, etc.). Este pigmento confiere color anaranjado y amarillo a los alimentos vegetales. Es precursor de la vitamina A y tiene capacidad antioxidante. Su consumo es beneficioso para proteger nuestra piel del sol.
Adela y Mario, miembros del Plan de Fidelización de MAPFRE, quedan muy satisfechos con la información facilitada y tiene claro que siempre que tenga alguna duda consultará con un Asesor del Club MAPFRE y pedirá cita con un especialista.
Sílvia Cardona
Dietista-Nutricionista
Colegiada número CAT 001211 (Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cataluña).
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