Para disfrutar de buena salud, es esencial hacer ejercicio regularmente. Aunque uno de cada cuatro adultos no alcanza los niveles recomendados, empezar a hacer deporte a los 50 trae beneficios inmediatos. Solo es necesario avanzar progresivamente, según las condiciones de cada persona.
El Asesor en Bienestar resuelve tus dudas aqui.
Publicado noviembre 2024
Roberto, Socio del Club MAPFRE, tiene 52 años y es consciente de la importancia de realizar actividad física para mantener un buen estado de salud, por lo que se está planteando comenzar a practicar algún deporte. Le interesan especialmente los deportes de raqueta, aunque nunca lo ha practicado, por lo que tiene dudas sobre si es adecuado empezar a hacer deporte a los 50. Como es miembro del Plan de Fidelización de MAPFRE, ha contactado con nuestro Asesor en Bienestar especialista en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Medicina Deportiva para consultarle sobre los riesgos y beneficios de comenzar un nuevo deporte a partir de los 50 años.
El asesor le explica que a medida que envejecemos la actividad física puede desempeñar un papel importante en el mantenimiento de un buen estado de salud y en aumentar la calidad de vida. Iniciar un deporte a los 50 años puede ser una decisión saludable y sensata si se aborda con precaución y conocimiento. El Asesor le relata a continuación algunos consejos para iniciarse en una actividad deportiva a una edad avanzada.
- Consultas
- Comienzos
- Inconvenientes
Consultar con un especialista en medicina del deporte
Antes de comenzar cualquier programa de ejercicio o deporte es fundamental consultar con un médico o un especialista en medicina deportiva. Esto es especialmente relevante a partir de determinadas edades, ya que pueden existir condiciones médicas subyacentes que necesitan ser consideradas antes de embarcarse en una rutina de ejercicios más o menos intensivos. Además, un especialista en medicina deportiva o ciencias de la actividad física puede resultar de ayuda para diseñar un plan de ejercicio personalizado que se adapte a las necesidades y limitaciones individuales, y que cuide las articulaciones.
Chequeo médico deportivo
Dentro de la consulta con un especialista, pude ser conveniente la realización de un chequeo médico para comprobar el estado de salud de cara a comenzar a practicar un nuevo deporte. Las pruebas que puede incluir un chequeo deportivo básico son:
- Espirometría basal. Se trata de una prueba respiratoria funcional que analiza el flujo aéreo y el volumen pulmonar en el transcurso de la respiración. Gracias a ella se puede evaluar el funcionamiento del sistema respiratorio y diagnosticar posibles afecciones pulmonares.
- Electrocardiograma. Se trata de una prueba que registra las señales eléctricas del corazón, permitiendo identificar posibles problemas cardíacos, como arritmias y enfermedades coronarias.
- Tensión arterial. La medición de la tensión arterial puede desvelar la presencia de hipertensión, un importante factor de riesgo cardiovascular.
- Índice de masa corporal. El IMC sirve para evaluar el peso corporal y se calcula a partir del peso (kg) dividido entre la altura (m) al cuadrado. Un IMC entre 18,5 y 25 kg/m2 se considera normal, mientras que de 25 a 30 se considera sobrepeso y por encima de 30, obesidad. Cuando existe un exceso de peso es recomendable establecer las medidas dietéticas adecuadas.
- Analítica. A partir de la extracción de sangre se lleva a cabo un análisis de diferentes parámetros sanguíneos para valorar el estado general de salud e identificar posibles patologías.
- Valoración postural y flexibilidad. Evalúa la postura del cuerpo de forma estática y dinámica, con el fin de detectar alteraciones en el sistema musculoesquelético que podrían dificultar la práctica deportiva.
- Podometría. Se trata de una prueba que mide la presión en la planta de los pies durante la marcha para
Cómo empezar a hacer deporte
Lo más importante a cualquier edad cuando uno se plantea cómo empezar a hacer deporte es establecer unas metas realistas, especialmente a corto plazo. Esto es esencial para mantener la motivación y el compromiso con el nuevo ejercicio. Sin embargo, es importante que estas metas sean sensatas y alcanzables. Empezar a hacer deporte a los 50 años es probable que no lleve a esa persona a convertirse en un atleta de élite. Por ello, establecer objetivos que sean apropiados para la edad y nivel de condición física es importante. Esto ayudará a evitar la frustración y las lesiones.
Resistencia y flexibilidad
Más allá del deporte o la actividad seleccionada, iniciarse en la práctica deportiva a partir de los 50 años debe acompañarse de ejercicios de fuerza y flexibilidad. Los ejercicios como el levantamiento de pesas, la resistencia elástica o la natación pueden contribuir a fortalecer la masa muscular y a aumentar la elasticidad en las articulaciones. Los ejercicios de flexibilidad, como el yoga y los estiramientos, mejoran la movilidad y reducen el riesgo de lesiones musculares y articulares.
La importancia del calentamiento
Es fundamental dedicar tiempo a calentar antes de cada sesión de ejercicio y a relajar después. El calentamiento prepara los músculos y articulaciones para el ejercicio, reduciendo el riesgo de lesiones o de sufrir lumbalgia. La relajación o enfriamiento ayuda a reducir la tensión muscular y promueve la recuperación. Estos pasos son particularmente importantes a medida que se envejece, ya que los músculos y articulaciones pueden ser más susceptibles a padecer lesiones y sobrecargas.
Alimentación y descanso
Una alimentación adecuada es vital para mantener la energía y apoyar la recuperación después del ejercicio. Una dieta equilibrada debe incluir una variedad de alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras, así como proteínas magras (legumbres, pescado, huevos y carnes magras), cereales integrales y semillas. Consultar con un nutricionista puede ser útil para asegurarse de que la dieta ofrece la energía y los nutrientes necesarios, y si es necesario recurrir a suplementos alimenticios.
Una buena hidratación también es imprescindible, con un aporte suficiente de líquidos (principalmente agua) antes, durante y después del ejercicio.
El descanso y la recuperación también son fundamentales. Es necesario dejar un tiempo suficiente para recuperarse entre sesiones de ejercicio. Un descanso de calidad también desempeña un papel clave en el rendimiento deportivo y la recuperación.
Escucha a tu cuerpo
A medida que se envejece, es esencial prestar atención a las señales que el cuerpo va enviando. No debe ignorarse el dolor persistente o la incomodidad. Si se experimenta dolor o molestias durante el ejercicio, es preciso detenerse y consultar con un especialista.
Finalmente, no solo se trata de mejorar la salud, sino de pasar un buen rato practicando una actividad o deporte que nos guste. Una de las claves está en la consistencia y la paciencia. Nunca es demasiado tarde para comenzar a cuidar de la salud a través del deporte, pero siempre pasando un buen rato y disfrutando.
Roberto queda satisfecho con toda la información que le ha proporcionado el Asesor en Bienestar del Club MAPFRE empezar a hacer deporte a los 50, por lo que volverá a utilizar esta ventaja siempre que tenga alguna duda y pedirá cita con un especialista de ser necesario.
Juan Luis Martínez
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