Ha pasado más de un año desde que comenzara a ser obligatorio el uso de las mascarillas, aún existen muchas dudas sobre su uso, su colocación, cómo limpiarlas o cómo se deben guardar para que cumplan su función de prevenir la transmisión del virus. Por eso, te contamos qué tipos existen, cómo desinfectarlas y cuando debemos desecharlas o sustituirlas por una nueva.
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Publicado junio 2021
Montse y Juanjo, Socios del Club MAPFRE, viven en una gran ciudad y tiene dos niños pequeños, Rubén y Jorge, de 7 y 9 años. Están preocupados porque, aún después de más de un año del uso obligatorio de las mascarillas, sus hijos, y ellos mismos, tienen dudas sobre su uso correcto y la gran variedad de ellas que existen. Como hacen siempre que tienen que seleccionar entre varias opciones, llamaron al Experto Yo Me Ocupo del Club MAPFRE y le contaron su situación y lo que necesitaban. Desde el experto nos pusimos a trabajar para ofrecerles una lista comparativa con todo tipo de detalle sobre las mascarillas disponibles actualmente en el mercado, la forma correcta de utilizarlas y mantenerlas higienizadas y cómo explicarles a los niños su limpieza y uso correcto.
- Tipos
- Tallas
- Duración de uso y conservación
Tipos
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de comprar una mascarilla es que cumpla las especificaciones UNE 0064 y 0065. Las mascarillas higiénicas son las recomendadas para personas sanas, ya que cubren la nariz, la boca y la barbilla y protegen lo suficiente frente al virus siempre que se usen correctamente y se cambien habitualmente. Además, cuentan con un arnés que se sujeta en las orejas o rodea la cabeza y son bastante cómodas para ser utilizadas durante largos periodos de tiempo. Se componen de una o varias capas de tejido, y pueden ser de un solo uso o reutilizables. Durante el tiempo que llevemos la mascarilla puesta es importante que no nos la bajemos ni la subamos para “descansar”. La mascarilla no se debe tocar después de puesta. Tampoco debemos rascarnos por dentro de ella ni quitárnosla para hablar, toser o estornudar.
Tallas
En cuanto a las tallas, hay mascarillas para adultos y para niños. Esta información debe aparecer especificada en el etiquetado. Los niños sanos, a partir de tres años, deben utilizar mascarillas higiénicas acordes a su rango de edad y tamaño, aunque por ley no es obligatorio que la utilicen hasta los 6 años. Por debajo de los dos años los pediatras no recomiendan utilizarlas. Actualmente, en el mercado hay tres tallas disponibles para niños de entre 3 y 12 años. Como dato adicional, es muy importante que un adulto supervise su colocación, así como que explique al menor su uso, conservación a la hora de guardarla si, por ejemplo, van a comer o beber, y retirada y, sobre todo, cuando deben sustituirla por otra nueva. Esto será fundamental por si es necesario que lo realicen durante la jornada lectiva o en cualquier circunstancia en la que no estén acompañados por sus padres.
Duración de uso y conservación
Es fundamental aprender a colocarse correctamente la mascarilla porque su eficacia depende de ello. Por eso no es suficiente con comprar una buena mascarilla. El primer paso antes de manipularla es lavarse las manos con agua y jabón con pH neutro. A continuación, y sin tocarla, se sujeta por las gomas, se coloca sobre la nariz y la boca, y se pasan las bandas elásticas por detrás de las orejas. La recomendación médica es que, si se trata de mascarillas desechables, se sustituyan cada cuatro horas aproximadamente, aunque pueden durar más siempre que no estén dañadas o tengan restos de suciedad.
Otro aspecto importante es la duración de la mascarilla higiénica. Esto depende de si es o no reutilizable. En caso de que sí lo sea, el fabricante debe indicar el número máximo de lavados, que generalmente oscila entre 20 y 40. Las mascarillas no reutilizables hay que desecharlas después de su uso recomendado, estas cuatro horas. Por supuesto, si se humedece o se deteriora hay que sustituirla por otra de inmediato. Si la mascarilla es no reutilizable la eficacia de filtración bacteriana debe ser igual o superior al 95%, mientras que si es reutilizable debe ser igual o superior al 90%.
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